Por primera vez, el proyecto global para la inmunización contra el coronavirus está teniendo dificultades para asignar más de 300 millones de dosis, lo que implica en este momento que es mayor la oferta que la demanda del agente biológico.
El año pasado, las naciones ricas aplicaron la mayoría de las vacunas disponibles para inocular primero a sus propios ciudadanos, lo que supuso que hasta ahora menos de un tercio de las personas en los países de bajos ingresos han sido vacunadas en comparación con más del 70% en las naciones desarrolladas.
Sin embargo, a medida que aumentaron los suministros y las donaciones, las naciones más pobres enfrentan otros obstáculos como brechas en la cadena de frío, dudas sobre la inoculación y falta de dinero para apoyar las redes de distribución, dijeron funcionarios de salud pública a Reuters.
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En enero, el programa global de vacunas (COVAX) liderado por Gavi y la Organización Mundial de la Salud (OMS) tenía 436 millones de vacunas a disposición para asignar a los distintos países, sin embargo, las naciones de bajos ingresos solo solicitaron 100 millones de dosis para distribuir a finales de mayo.
Con ese precedente, dicha ronda de vacunación se convertirá en la primera que superará la oferta sobre la demanda de inmunización. Sin embargo, las vacunas que no sean aplicadas ni asignadas por COVAX, podrán ser utilizadas más adelante.
Foto de Baz Ratner/REUTERS
Un portavoz de Gavi dijo que la brecha de equidad de vacunas se logrará cerrar después de ayudar a los países de bajos ingresos a aplicarla de forma rápida y a gran escala. Además, la OMS advirtió que el lento proceso de vacunación en las regiones pobres del mundo al mismo tiempo que la reapertura de las economías de países ricos, dará pie a nuevas mutaciones del coronavirus.
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A pesar de la experiencia en el continente africano de tratamiento contra enfermedades mortales incluyendo la malaria y el ébola, dos años después de la crisis por Covid-19, la carencia de elementos necesarios para una cadena de suministro de vacunación efectiva como congeladores y refrigeradores, representa un impedimento importante para la vacunación en masa según una reciente encuesta del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
En 44 de los 55 estados miembros de la Unión Africana se encontraron “brechas críticas” en relación a las cadenas de suministro. 24 países se encuentran en la necesidad de 22 refrigeradores, a 18 les hace falta congeladores, 22 requieren cámaras frigoríficas y 16 no tienen suficientes.
Un portavoz de Gavi reconoció que la distribución de vacunas es un problema en algunas naciones menos desarrolladas aunque el suministro de las mismas por parte de COVAX es suficiente para cubrir la demanda.
Foto de Adriano Machado/REUTERS
COVAX ya asignó decenas de millones de dosis para entregar en el primer semestre del año, aunque la baja demanda en dicha asignación explica el aumento en suministros de la vacuna. A esto, los funcionarios involucrados en la distribución, comentaron que significa que los países están reacios a aceptar dosis que no podrán usar.
La UNICEF, por su parte, declaró haber entregado más de 800 congeladores a casi 70 países y 52 mil refrigeradores. “Seguimos ayudando a los países a identificar y cerrar las brechas de capacidad de la cadena de frío a medida que aumenta la oferta y los gobiernos ajustan los objetivos de vacunación a nivel nacional en respuesta” comentó un portavoz de UNICEF.
Otra problemática a la que continúa haciendo frente la población africana es la desinformación respecto a la vacunación contra la Covid-19, según funcionarios involucrados en la distribución de vacunas en África.
A medida que las naciones ricas buscan superar la crisis por Covid-19, el dinero para iniciativas globales comienza a agotarse. Gavi dice que de los 5.200 millones de dólares solicitados este trimestre, solo ha recaudado 195.
Philippe Duneton, director ejecutivo de Unitaid, dijo que la distribución de pruebas y terapias como nuevos antivirales enfrentan problemas de flujo de caja; además de que los 100 millones de dólares disponibles para hacer internacionalmente asequible el acceso a los medicamentos no son suficientes y “no queda mucho dinero de lo que hemos recibido”.
Con información de Reuters
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