El gobernador de Florida, Ron DeSantis, es desde este miércoles y de forma oficial un aspirante a la Casa Blanca tras haber presentado ante la Comisión Electoral Federal su candidatura a las primarias del Partido Republicano, en las que su otrora mentor, el expresidente Donald Trump (2017-2021), es el favorito.
Horas después de la formalización de la candidatura, el expresidente lo felicitó y señaló que “con suerte, obtendrá la experiencia completa de ser atacado por los marxistas, los comunistas y los lunáticos de izquierda radical de país”, sin los cuales, según él, nunca sabrá el tipo de trabajo que está haciendo.
DeSantis, el sexto político republicano que se apunta a las primarias, está en segundo lugar en las encuestas, pero más de 30 puntos detrás de Trump, que lo ayudó a ganar las elecciones a la gobernación de Florida, pero en la actualidad es su gran detractor, aunque no el único, como le auguró acertadamente el expresidente.
Un centenar de manifestantes recorrieron este miércoles parte de la avenida Brickell en Miami para manifestar su rechazo a quien tacharon de “fascista” y “racista” y concentrare en un hotel donde se habían reunido donantes y simpatizantes del gobernador.
Los manifestantes portaban pancartas con lemas como “La buena gente de Florida se levanta contra DeSantis”, “Nos oponemos al fascismo” , “Nunca DeSantis” o “DeSantis contra la clase trabajadora” y otros banderas arcoíris de la comunidad LGTBQ+.
Declarado enemigo de las ideologías de izquierda, DeSantis, de 44 años, a modo de carta de presentación para esta campaña, ha firmado una serie de medidas ultraconservadoras que fueron aprobadas en el último periodo de sesiones del congreso estatal, de mayoría republicana.
El anuncio oficial de su candidatura lo hizo esta tarde en una conversación en Twitter con el empresario Elon Musk, quien hace meses que lo apoyaba públicamente como candidato ideal para enfrentar al actual presidente, el demócrata Joe Biden, quien buscara la reelección en 2024.
“DeSantis ha pasado toda su carrera perjudicando a los floridanos solo para conquistar la base MAGA” (que es como se conoce el movimiento que fundó Trump), dijo la presidenta del Partido Demócrata de Florida, Nikki Fried.
El gobernador de Florida es el sexto candidato a unas primarias republicanas para las que falta más de un año. Los demás son el expresidente Donald Trump, quien en noviembre de 2022 fue el primero en formalizar su aspiración de regresar a la Casa Blanca y la exembajadora de Estados Unidos ante la ONU Nikki Haley.
Además de ellos, han anunciado que competirán en el proceso de primarias de este partido el exgobernador de Arkansas Asa Hutchinson, el empresario Vivek Ramaswamy y el senador afroamericano Tim Scott.
Luego de trascender el martes de que DeSantis anunciaría sus aspiraciones presidenciales, la campaña de Haley publicó un anuncio televisivo en el que acusó al gobernador floridano de ser “un eco” del expresidente Trump, al que, según demuestra en un video con imágenes de ambos, copia incluso en los gestos.
Antes aliados y hoy rivales, la enemistad entre Trump y DeSantis ha dado pie a que la organización We the People Convention inste a ambos a unir fuerzas en una misma candidatura para 2024, en lugar de “destrozarse mutuamente durante los próximos 12 meses”, como reza un anuncio pagado.
Pero no ha habido visos de que algo así puede suceder por ahora, si tiene en cuenta los ataques casi diarios que le endosa el expresidente en su red social, Truth, donde suele aplicare el mote de “DeSanctimonius”, un juego de palabras con el apellido del gobernador floridano y la palabra “mojigato” en inglés.
La oficina de campaña de Trump le pidió el martes que se abstenga de participar en las primarias “por el bien del Partido Republicano y la Nación”.
Pero el gobernador acude a la campaña rumbo a 2024 con la carta de presentación de las leyes aprobadas durante su segundo mandato como gobernador, tras lograr la reelección el año pasado con cifras históricas y asegurarse una “super mayoría” en ambas cámaras del Legislativo estatal.
DeSantis ha sacado adelante una agenda ultraconservadora en Florida con leyes que restringen aun más el aborto, que prohíben que se aborden la identidad de género y la orientación sexual en las escuelas y que eliminan los programas de diversidad racial en universidades públicas, además de una próxima norma migratoria que se encuentra entre las más duras de Estados Unidos. (EFE)
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