La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) expresó preocupación después de elementos de la Guardia Nacional dispararan contra una familia en Nuevo Laredo, Tamaulipas, dejando un saldo de una mujer embarazada y un bebé fallecidos.
Ante esto, la ONU-DH expresó preocupación e instó a las autoridades correspondientes a investigar los hechos de manera independiente sobre la investigación de muertes “potencialmente ilícitas”.
El pasado domingo, la Guardia Nacional disparó en contra de una familia, dejando de un bebé prematuro y una mujer embarazada fallecidas y tres más heridas, entre ellas una menor.
Las víctimas viajaban en una camioneta Chevrolet Suburban color guinda, modelo 2001, con placas de circulación del estado de Texas, Estados Unidos pero se desconoce si son extranjeros.
Esta no es la primera ocasión que miembros de la corporación son señalados de cometer uso excesivo de la fuerza.
El pasado 26 de febrero, 5 jóvenes fallecieron y uno más resultó herido como consecuencia del uso de la fuerza letal por parte de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) en Nuevo Laredo.
En dicha ocasión, la ONU-DH reiteró que el uso de las armas de fuego debe ser el último recurso, proporcional al objetivo legítimo que se persigue, con pleno respeto y protección de la vida humana.
“Toda muerte relacionada con el uso de la fuerza por efectivos militares debe ser investigada de forma independiente por las autoridades civiles”, agregó.
Asimismo, reiteró que en la zona se han repetido hechos similares a partir del accionar de las fuerzas militares durante los últimos años, por lo que instó a realizar un análisis “objetivo y minucioso” de las circunstancias en las que se hace uso de la fuerza.
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