En los últimos 11 años, “el sufrimiento y el desplazamiento continúan y pocos sirios regresan a sus comunidades; la crisis económica continúa y la violencia, con el riesgo constante de una escalada, incluso en lo que parece un estancamiento militar. Desgraciadamente, los sirios necesitan con apremio más apoyo que nunca“, afirmó Geir Pedersen, enviado especial de la ONU para Siria durante la conferencia dedicada a recaudar fondos para ese país celebrada en Bruselas, el 10 de mayo.
El diplomático hizo hincapié en que la crisis de Siria sigue siendo de carácter internacional y señaló: “No pierdan el foco en Siria. El estancamiento estratégico actual sobre el terreno y la ausencia de Siria en los titulares no deberían inducir a nadie a pensar que el conflicto necesita menos atención o menos recursos, o que una solución política integral no es urgente”.
El conflicto militar en Siria estalló en 2011, entre el gobierno y la oposición siria, que incluía a varios grupos terroristas, lo que desencadenó una de las mayores crisis humanitarias de la historia. Además de acabar con la vida de entre 300 mil y 470 mil personas, ha obligado a más de 6.8 millones de sirios a buscar refugio en otros países y a otros 6.2 millones a desplazarse internamente.
La reiterada solicitud de la ONU a no olvidar el conflicto evidencia la urgencia de la Organización por apuntar los reflectores hacia esta crisis, de tal forma que este llamado se suma al realizado el 4 de abril de este año.
El enviado especial indicó que el conflicto ha ocasionado una catástrofe humanitaria que ha devastado la vida de más de la mitad de la población; una crisis de desplazamiento, de detención, secuestro y desaparición; un desastre económico que ha dejado en la miseria a millones de sirios; la fragmentación del país y la continua amenaza del terrorismo.
Según datos de la ONU, más de 90% de los sirios vive en la pobreza. La violencia de género y los riesgos para los niños van aumento. La exposición a artefactos explosivos sigue siendo alta. La inseguridad alimentaria ha alcanzado nuevos récords con doce millones de personas pasando hambre.
Pedersen narró que, al reunirse con el Consejo Asesor de Mujeres Sirias, sus integrantes describieron matrimonios de menores, niñas que abandonan la escuela y más mujeres que ingresan al mercado laboral informal en gran medida sin protección.
Además, casi la mitad de los niños no va a la escuela y es vulnerable al trabajo infantil, el matrimonio precoz forzado, la trata y el reclutamiento por parte de actores armados.
“Recordemos siempre que los sirios de todo el país se enfrentan a una crisis económica devastadora después de más de una década de guerra y conflicto, corrupción, mala gestión, la crisis financiera libanesa, el Covid-19, y ahora la guerra en Ucrania y sus consecuencias económicas”, comentó Pedersen.
La crisis de Siria en 2022, concluye la ONU, requiere un total de 10,500 millones de dólares (mdd): 4,400 mdd para las operaciones en Siria y 6,100 mdd para los refugiados y las comunidades de acogida en los países de la región. Hasta el momento, los fondos recibidos alcanzan apenas 8% y 11%, respectivamente. “Nuestro principal mensaje hoy es: no es el momento de alejarse de los sirios haciendo de ellos una crisis olvidada”, enfatizó el diplomático.
A pesar de la relevancia del conflicto, el interés es desigual si se compara con la guerra en Ucrania. En Google Trends, Ucrania cuenta con una media de 51 puntos de interés, mientras que Siria representa únicamente 3 en las búsquedas realizadas en México, del 4 al 9 de mayo.
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