La Organización de las Naciones Unidas informó que ha puesto en marcha una compleja operación que buscará trasvasar el crudo de un superpetrolero en descomposición que se encuentra varado en las costas de Yemen desde 2015 y representa un riesgo catastrófico para el medioambiente y la vida marina.
La operación, de duración de 19 días, bombeará más de un millón de barriles desde el oxidado buque Safer, hasta un navío de sustitución cercano, el Náutica, limpiando así el área.
El Secretario General, Antonio Gutérres, declaró que la ONU se ha hecho cargo de la delicada operación, ya que un vertido supondría una catástrofe medioambiental para la región del Mar Rojo.
Las Naciones Unidas han iniciado una operación para desactivar lo que podría ser la mayor bomba de relojería del mundo. Se trata de una misión en la que todo el mundo debe intervenir y que supone la culminación de casi dos años de trabajo preliminar político, recaudación de fondos y desarrollo de proyectos.
El barco varado en territorio de Yemen contiene cuatro veces la cantidad de crudo derramada por el Exxon Valdez, suficiente para convertirlo en el quinto mayor vertido de un petrolero en toda la historia. En marzo de 1989, la embarcación derramó 240 mil barriles de crudo sobre el mar de Alaska.
Situado al norte del puerto yemení de Hudaydah, los funcionarios de la ONU llevan años advirtiendo de la posibilidad de que el petroleo, ya de 47 años de antigüedad, se rompa y explote.
La unidad flotante de almacenamiento petrolero lleva más de 30 años atracada a aproximadamente 4,8 millas náuticas al suroeste de la península de Ras Issa, en la costa occidental de Yemen.
En 2015, la producción y mantenimiento del Safer cesaron debido al conflicto entre la coalición progubernamental liderada por Arabia Saudí y los rebeldes hutíes, resultando como consecuencia en que el buque quedara varado y se encuentre en un estado del que ya no se puede reparar.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) advirtió que un vertido por parte del Safer, representaría un daño masivo para la vida, destruyendo la franja marina del Mar Rojo.
En declaraciones dadas a la prensa desde Ginebra, Sarah Bel, portavoz de la ONU, expresó la gran preocupación latente en las comunidades pesqueras de la Costa Roja de Yemen, que aunque ya viven en una situación crítica, un vertido podría “acabar instantáneamente con los medios de sustento de 200 mil personas”, mientras que “las poblaciones de peces tardarían veinticinco años en recuperarse“.
Bel describió la operación como la primera de este tipo, por lo que advirtió del peligro latente en esta “fase de emergencia”, pero aseguró que se ha puesto en marcha todo lo posible para “asegurar su éxito”.
A un paso de la catástrofe
Según el PNUD, un vertido de petróleo provocaría el cierre de todos los puertos de la zona, cortando el abastecimiento de alimento, combustible y otros suministro vitales para Yemen, un país donde el 80% de la población es dependiente de la ayuda humanitaria para subsistir.
Gutérres advirtió que sólo el coste de la limpieza ascendería a 20 mil millones de dólares, además de las pérdidas que provocaría tras interrumpir el transporte marítimo hasta el Canal de Suez por varias semanas.
Asimismo, el Secretario General elogió la colaboración entre distintos organismo e interlocutores, destacado el “implacable trabajo político” que supuso la operación “en un país devastado por ocho años de guerra”.
The @UN has begun a complex operation to transfer 1 million barrels of oil from a decaying tanker off the coast of Yemen.
We need to keep working to defuse what remains a ticking time bomb & avoid what would be by far the worst oil spill of our era. https://t.co/36Y3aezKDV pic.twitter.com/isg0IMN8YV
— António Guterres (@antonioguterres) July 25, 2023
Sin embargo, este es solo “un peldaño en el camino”, ya que el siguiente pasado consiste fijar el Náutica a una boya de seguridad especializada.
Ahora, el Secretario ha solicitado 20 millones de dólares adicionales para finalizar el proyecto, que incluye el desagüémosles del Safer y la eliminación de cualquier otra amenaza medioambiental que pueda quedar en el Mar Rojo.
(Con información de UN.org)