La presentadora de televisión estadounidense Oprah Winfrey aclaró este lunes que ni la reina Isabel II ni su marido, el príncipe Felipe, hicieron ningún comentario sobre el color de piel que tendría el hijo del príncipe Harry y Meghan Markle.
“Harry no compartió la identidad conmigo, pero me aseguró que si tenía la oportunidad de hacerlo dijera que no fueron ni su abuela ni su abuelo”, explicó Winfrey durante una intervención en el programa “CBS This Morning”.
Ninguno de los duques de Sussex reveló la identidad de las personas que mostraron dudas por la apariencia del hijo, ni delante ni detrás de las cámaras, agregó la presentadora, pero dejaron claro que no fueron la actual monarca o el príncipe consorte.
La declaración de Markle fue uno de los titulares de la explosiva entrevista emitida este domingo en Estados Unidos, donde la duquesa de Sussex reveló que durante ese embarazo tuvo pensamientos suicidas y afirmó que la Casa Real se negó a ayudarla.
“En los meses en los que yo estaba embarazada, hubo… preocupaciones y conversaciones sobre lo oscura que podría ser su piel cuando naciera”, aseguró Meghan.
La duquesa precisó que esos presuntos comentarios racistas se pronunciaron en “conversaciones que la familia tuvo” con Harry, pero se negó a identificar a quienes los articularon, al afirmar que “eso sería muy dañino para ellos”.
Cuando se incorporó más tarde a la entrevista, el príncipe Harry confirmó que la conversación giró en torno a “qué aspecto iban a tener los hijos” que tuviera con Meghan, que es mestiza y con raíces afroamericanas, pero se negó a dar más detalles al respecto.
“Es una conversación de la que nunca voy a hablar”, afirmó Harry, quien agregó que fue “chocante”.
Markle, que está embarazada de su segundo bebé y anunció durante la entrevista que se trata de una niña que nacerá este verano, aseguró que cuando esperaba en 2019 el nacimiento de su primer hijo, Archie, se enteró de que la Casa Real “no quería que fuera un príncipe” ni que “recibiera seguridad”.
Añadió que se sintió abrumada por la idea de que su hijo “no fuera a estar seguro, y que al primer miembro de color de esta familia no se le diera un título de la misma forma que a otros nietos se les daría”.
El Partido Laborista británico ha pedido investigar las acusaciones de presunto racismo en la Casa Real vertidas por los duques de Sussex, frente al silencio del gobierno conservador del primer ministro, Boris Johnson, que asegura no haber visto la entrevista emitida el domingo en Estados Unidos y el lunes en el Reino Unido.