SAN DIEGO, California – Este 14 de febrero tendría un significado especial para millones de personas en Estados Unidos gracias a una campaña que exhorta que los inmigrantes paren sus actividades de producción y consumo ese día.
La campaña “Un día sin inmigrantes” busca crear presión política en el Congreso para que finalmente ocurra una reforma migratoria que garantice un estatus legal en el país a más de 11 millones de indocumentados.
“No vamos a ir a la escuela. No vamos a gastar. En vez, saldremos a las calles pacíficamente para alzar nuestras voces”.
Ese es el propósito de una campaña lanzada en el Internet para, según dicen, que el gobierno se percate que es hora de una reforma migratoria.
“Va a ser absoluto, esto va a crear que el Congreso actúe, no, no inmediatamente”, dijo Haim Vásquez, abogado de inmigración.
La campaña, organizada por un joven hispano, Carlos Eduardo Espina, está programada para el 14 de febrero a partir de las 10 a.m. ET frente a la Casa Blanca, y en todas las ciudades donde inmigrantes cesen por un día sus actividades en apoyo a esta iniciativa.
Este tipo de protestas pacíficas se han realizado en el pasado, “y se hace para tratar de crear una importancia del pueblo inmigrante en EEUU y cómo repercute a la fuerza laboral”, agregó Vásquez.
Carlos Espina dice que con esta campaña busca hacer presión para una reforma migratoria, pero ¿están qué dicen los inmigrantes al respecto? ¿Están dispuestos a perder un día de salario para unirse a esta causa?
Internet ha sido la plataforma escogida por difundir este mensaje, en Facebook el grupo “Un Día Sin Inmigrantes” alcanza los 60,000 miembros.
“Las contribuciones de los inmigrantes en este país se pueden ver por todos lados. Desde los que cosechan las frutas y las verduras, los que construyen las casas hasta los que desarrollan productos innovadores tecnológico, como los autos Tesla”, dijo Daniel Pérez Listón, profesor de economía.
Según las publicaciones del organizador, Espina dice que apoyó la campaña presidencial de Biden en 2020 cuando prometió y cito: “trabajar con el Congreso para crear una hoja de ruta hacia la ciudadanía para los casi 11 millones de personas que han estado viviendo en nuestro país y fortaleciéndolo durante años”.
Después de un año en la presidencia y no ver que esos cambios se han concretado, Espina dijo que ha retirado su apoyo.
Según el profesor Pérez Listón, el impacto podría ser más grande debido a la pandemia, “estamos cortos de empleados así que pudiera tener un impacto mayor que en años anteriores”.
En EEUU el 14% de la población nació en otro país. De ese total, según 31 millones de inmigrantes están regularizados, pero casi 12 millones no están autorizados a permanecer en el país.
“De esos 11 millones unos 7-8 millones de ellos trabajan en la fuerza laboral, sin beneficios”, aseguró Peréz Listón, quien agregó que el proyecto de Infraestructura de BIden incluía un elemento de inmigración “pero desafortunadamente la parlamentaria del Senado ha quitado cualquier posibilidad de que esa parte de inmigración entre en ese proyecto de ley porque no es económico, ella lo ha determinado de esa forma”.
Resta esperar al 14 de febrero y ver qué dimensión alcanza esta campaña y si tiene eco en el gobierno de Biden y el Congreso federal.
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