El Día de Pascua es conocido por sus celebraciones religiosas en países católicos como España. También porque en esta fecha comienzan a aparecer los típicos huevos de Pascua hechos de chocolate y decorados en su exterior. Muchas personas se preguntan entonces: ¿qué relación hay entre estos huevos y la Pascua? ¿Cuál es el origen de estos?
Huevos, fertilidad y primavera
Con la llegada de la Pascua es común encontrar multitud de establecimientos de alimentación y repostería vendiendo huevos de chocolate. El intercambio de huevos de Pascua es una tradición común en diversos países occidentales de Europa y América como Estados Unidos, Francia, Alemania, España, Argentina, Brasil o Chile entre muchos otros. A día de hoy se hacen de chocolate, artificiales para esconder caramelos y dulces en su interior o se cuecen huevos y se decoran por fuera.
En la Edad Media ya se llevaba a cabo esta práctica con huevos de tortuga que eran decorados. Esta celebración tiene su origen en el significado que el huevo tiene en muchas culturas. Este está asociado a la fertilidad, así como la primavera, que es la estación del año más fértil. La Pascua coincide con la llegada de dicha estación y la tradición se relaciona con la fertilidad y el renacimiento.
El comienzo de esta tradición podría tener lugar en la antigua Mesopotamia de mano de los primeros cristianos. Desde este lugar, esta práctica probablemente se extendió a Rusia y zonas de Siberia a través de la Iglesia Ortodoxa y posteriormente a Europa de manos de la protestante. Diferentes religiones han hecho interpretaciones de esta celebración.
Una de las tradiciones más típicas y extendidas consiste en un juego en el que se esconden los huevos de Pascua y los niños tienen que en encontrarlos.
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