Origen del “truco o trato”

Truco o trato tiene su origen en la expresión inglesa trick or treat, una actividad divertida que realizan los niños en la noche de Halloween. Los pequeños se disfrazan, se presentan en las casas del vecindario y gritan “¡truco o trato!”. Si el vecino les obsequia con dulces, entonces se salvará de sufrir alguna travesura.

Erróneamente, el origen de la expresión “truco o trato” se vincula a las persecuciones sufridas por los protestantes por parte de los católicos, así como el intento de atentado contra el Palacio de Westminster a inicios del siglo XVII.

Pero este hecho histórico se relaciona con la Noche de Guy Fawkes (Guy Fawkes Night), conmemorada el 5 de noviembre. Realmente, tanto la fecha como el origen de la celebración no concuerdan, y por lo tanto esta interpretación es errónea.

El verdadero origen del Truco o trato podría remontarse a la Edad Media. En esa época, era una costumbre que las mujeres pobres y sus hijos fueran por las casas en busca de limosnas y alimentos en la víspera del Día de los Santos Difuntos, a cambio de rezar oraciones por el alma de los muertos de la familia.

Esta tradición perduró y ha llegado al día de hoy, aunque la práctica del truco o trato no comenzó hasta finales del siglo XIX. Su antecedente más antiguo corresponde al año 1895 en Escocia, pero no fue hasta 1911 que se menciona el hecho de que los niños pidieran dulces en las casas.

Pero la expresión “Truco o trato” comenzó a partir del año 1950 en Estados Unidos. Fue cuando una familia de Pensilvania decidió iniciar una campaña en favor de UNICEF donde se recogían alimentos y dulces para los niños.

A partir de este hecho y dada la publicidad que se hizo en los medios de comunicación sobre la forma en la que se recibían las donaciones, se popularizó el truco o trato y se lo asoció a la festividad de Halloween.

Otra versión del origen de los niños y su recolección de dulces en la noche del 31 de octubre tiene raíces celtas. En la festividad de Samhain, se creía que los espíritus podían caminar entre los vivos. Y para mantenerlos contentos, las personas les dejaban alimentos en las puertas de sus casas.

De allí derivó la tradición de que los niños salgan a visitar a sus vecinos y hagan su grito de ¡Truco y trato! para obtener dulces y regalos.


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