A día de hoy, este movimiento cultural y artístico ha ido evolucionado con el tiempo. Lo cierto es que desde la década de los 80 se puso de moda el estilo cyberpunk, nacido de la literatura. El estilo steampunk nació básicamente como una visión irónica de esta corriente futurista de los años 80.
Fue la literatura la que acuñó por primera vez este movimiento cultural que se basa en el retrofuturismo centrado, principalmente en la segunda mitad del siglo XIX cuando se dio la segunda Revolución Industrial.
El cine y la literatura ya han dado muestra de este steampunk que cada vez tiene más adeptos gracias a la celebración de festivales y a las redes sociales donde su llamativa estética corre como la espuma.
Inicios
El género nació realmente en los años 70, momento en el que comenzaron a publicarse gran cantidad de libros de ciencia ficción y que presentaron las características del cyberpunk. Este estilo retro ya aparecía en novelas de H.G Wells, (La máquina del tiempo) o el propio Julio Verne, uno de los autores que primero hizo mención a este tipo de estética retrofuturista y que sirvió de inspiración para los artistas siguientes en la creación de las primeras historias con estética steampunk.
A pesar de ello, fue en 1979 cuando el término apareció por primera vez en una carta del escritor KW. Jeter a Faren Miller, donde se intentaba catalogar y buscar una definición para este extraño estilo de novelas históricas que habían desarrollado escritores como Tim Powers (Las puertas de Anubis), James Blaylock (Homúnculo) y él mismo en su relato Morlock Night.
Todos sus relatos tenían grandes cosas en común, pero sobre todo, que se presentaban en sociedades del siglo XIX, pero con objetos, armas y vestimenta más propia de un futuro lejano que de la época.
A diferencia del cyberpunk, que suele mostrar mundos distópicos en decadencia donde el hombre, el poder, el capitalismo y la tecnología juegan un papel fundamental, el steampunk se presenta como un género crítico, pero algo más optimista, mirando al futuro, desde el pasado.
Las historias que podemos leer basadas en este movimiento, suelen ser más positivas con el mundo que las rodea, presentando la tecnología como una llave para pasar al futuro. Estos relatos suelen ser utópicos y con cierto aire de románticismo, a pesar de que pueden tocar temas como la lucha de clases, el colonialismo, o la política.
Existe una excisión que se crea a partir de este término que se denomina dark steampunk, y se trata de una visión más oscura del movimiento hablando de mundos distópicos y con una visión más victoriana de la historias que plantea.
Steampunk en el cine
La literatura fue el punto de partida para este movimiento retrofuturista, pero lo cierto es que el cine ha sabido transmitir este estilo a la pantalla de manera excepcional. La estética y las historias han dado pie a muchas películas que presentan este estilo para contar sus historias, en su mayoría centradas en la ciencia ficción y la acción.
En los años 50 ya podemos encontrar algunas trazas primerizas para lo que después sería el steampunk con películas como ‘Una invención diabólica’ de 1958.
Fue en la década de los 90 cuando el movimiento llegó con más fuerza al cine y después se han ido sucediendo muchas producciones que han escogido esta estética o la sugieren para llevarlas a pantalla.
No podemos olvidar la cinta de acción protagonizada por Will Smith, Kenneth Branagh, Salma Hayek y Kevin Kline, de 1999, ‘Wild Wild West’, donde se escogía un Estados Unidos alternativo para presentar una historia de acción puramente steampunk. El vestuario, la estética y los extraños inventos tecnológicos que se presentan en el relato, inverosímiles para la época del oeste, son parte imprescindible del relato y uno de los mejores ejemplos sobre steampunk en el cine.
A raíz de esta, el movimiento cogió gran fuerza en los siguientes años, hasta nuestros días, destacando producciones como ‘Vidocq’ de 2001; ‘La liga de los hombres extraordinarios’ de 2003; ‘Sherlock Holmes’ de Guy Ritchie del año 2009; o las más recientes ‘Mortal Engines’ de 2019, uno de los mejores ejemplos de steampunk de los últimos años, y la serie de Amazon, ‘Carnival Row’, que podríamos enmarcar en esa excisión del movimiento conocida como dark steampunk.
Subgéneros
Una vez quedó definido el movimiento como tal, a lo largo de los años han ido surgiendo subgéneros que han relanzado al movimiento entre uno de los más interesantes del momento para llevar a la literatura o a la pantalla.
Dentro de estos subgéneros podemos destacar el conocido como SteamGoth, creada por el artista James Richarsdson-Brown, más centrada en la fantasía y en terror; Gaslamp fantasy donde se produce menos énfasis en los elementos tecnológicos; o el Weir West conocido como «extraño oeste» -como ejemplo la película ‘Wild Wild West’- en el que el lejano oeste se mezcla con el estilo steampunk para crear el relato.
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