Largas filas en las calles y tiempos de espera de hasta una hora se registraron este martes en Acapulco tras la apertura de los primeros supermercados, luego del paso del huracán Otis, que impidió a decenas de miles de personas adquirir alimentos por casi dos semanas.
El Grupo Walmart México anunció la reapertura de dos tiendas de Bodega Aurrerá y una de Sam’s Club para ofrecer “productos de primera necesidad a la venta”, lo que se suma a cuatro negocios de la cadena Chedraui.
Norma, habitante de Acapulco, entró con prisa a comprar “agua, comida, arroz y frijoles” a una de estas tiendas, donde esperó más de media hora para ingresar y ni siquiera pudo fijarse en los precios ante la saturación de personas.
“La verdad no vi los precios, nada más a lo que íbamos, no vimos los precios, para qué le voy a decir una mentira”, contó la mujer a la agencia EFE.
Luego de casi dos semanas del azote del huracán Otis, que tocó tierra el 25 de octubre como categoría 5 y dejó 48 muertos, continúan las labores de búsqueda y rescate en Acapulco y Coyuca de Benítez, las ciudades más impactadas.
El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró en su rueda de prensa matutina que “ya se están reabriendo centros comerciales, gasolinerías, se está avanzando hacia la normalidad” en el sur de Guerrero, donde calcula que 250,000 personas se quedaron sin vivienda.
“Se sigue trabajando en Acapulco, ayer ya empezaron a distribuirse enseres domésticos en las viviendas, se siguen entregando despensas, comida caliente, en comedores de Marina, de Defensa, y el día de hoy se inicia la entrega de los apoyos”, declaró el mandatario.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) informó que vigila los precios de los supermercados para evitar abusos, mientras que la Guardia Nacional cuida los establecimientos para evitar la rapiña que se desató tras el azote del huracán.
Emilia, quien acudió a abastecerse de huevo, jitomate, chile verde, papa y aceite, reconoció que hay “precios accesibles” y que “no le han subido”, pero advirtió de la larga espera que deben afrontar.
“Sí tardamos bastante, casi una hora, llegué como a las 9 y media. Traté de ir a lo que iba porque hay más gente esperando”, comentó a la agencia EFE.
Ante las decenas de miles de personas que se han quedado sin comida, el presidente afirmó el lunes que su Gobierno entrega 40,000 despensas y más de 50,000 comidas calientes al día.
El Gobierno anunció el miércoles pasado 61,313 millones de pesos para reparaciones y apoyos sociales tras el huracán, aunque la agencia Fitch calculó en 16,000 millones de dólares las pérdidas catastróficas.
(Con información de EFE)
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