El músico Pablo Alborán (Málaga, 31 años) pasó la covid junto a sus padres, en Málaga. No solo el tiempo de cuarentena que atravesó toda España, sino la propia enfermedad, aunque, por suerte, sin consecuencias graves. En este año “agridulce” se ha refugiado en la música, dando a luz Vértigo, un disco que la semana pasada presentó a un grupo de lectores del diario como parte de las actividades exclusivas de EL PAÍS+. “Hacer un disco sin prisas ha sido muy sano”, destaca el artista que además este año celebra una década del lanzamiento de su primer trabajo.
Sin perder de vista el drama que supone esta pandemia, Alborán describe como “divertido, enriquecedor y muy bonito” el tiempo que ha podido pasar con su familia. En los primeros meses de la crisis arregló su antiguo estudio de grabación y desde ahí comenzó a trabajar en algunas canciones que le servían de “burbuja para respirar”, sin poder imaginar que acabarían en un disco. El artista reveló que fue tras la colaboración con Camilo, con quien el pasado junio lanzó El mismo aire, cuando vio factible producir un álbum.
El avance de la pandemia provocó que algunas de las primeras canciones que el artista había compuesto tuvieran que ser transformadas para el disco “porque ya no tenía sentido cantarlas”. Vértigo es un compendio de 11 temas originales y una serie de preludios muy íntimos. Se trata de audios que Alborán ha rescatado de vídeos personales de su teléfono móvil. Un salto al vacío, una bicicleta sin frenos, la risa de sus sobrinos… el artista guía al oyente con estos sonidos tan evocadores: “Hay veces que me gusta mucho dar libertad para que cada cual haga su historia de la canción y la haga suya, pero hay veces que está guay que lo prepares para lo que va a escuchar”.
Además del plato estrella de la casa, las baladas, el trabajo incluye desde un tema con la Orquesta Sinfónica de Praga, Hablemos de amor, a sonidos urbanos, como en La Fiesta. Una riqueza sonora que ha logrado con “un ejercicio de generosidad” por parte de todo el equipo implicado en el disco, pues han trabajado desde casa y desde diferentes partes del mundo. A través de videollamadas, vídeos y audios fueron componiendo las canciones, con tiempo suficiente como para dejarlas reposar y volver sobre ellas, tal y como le gusta al artista.
Tan bien ha ido el proceso que, por primera vez, firma la composición de un tema, Si hubiera querido, con otras dos personas: la cubana Diana Fuentes y el colombiano Julio Reyes. “Siempre he sido muy celoso de mi manera de escribir y componer”, reconoció el artista en el encuentro, aludiendo que temía ser “demasiado complicado”. Pero en esta ocasión la colaboración surgió de manera “natural”. El resultado se recoge en el disco con dos versiones del tema, una de ellas en acústico.
Vértigo cerró el 2020 como el álbum físico más vendido de España. No obstante, el artista es muy consciente del cambio de la industria, acelerado por esta pandemia, y reconoció que está reflexionando mucho al respecto. Sin embargo, advirtió que, “aunque la forma de trabajar puede que cambie, la emoción es fundamental que permanezca”.
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