La casilla destinada a indicar el sexo en el carné de identidad desaparecerá en los Países Bajos para que el ciudadano pueda desarrollar “su propia identidad en libertad”. Así lo ha explicado al Congreso la ministra de Educación y Cultura, Ingrid van Engelshoven, que espera ayudar con ello “a los que no se sientan de modo inequívoco hombre o mujer”. La medida forma parte de un plan más amplio destinado a limitar el registro innecesario del sexo en los documentos oficiales. Los grupos que representan al colectivo LGTBI+ abogan desde hace tiempo por un giro de esta clase, para no tener que llevar “documentos que no nos representan”. El pasaporte no será modificado para respetar la normativa de la Unión Europea.
La ministra Engelshoven gestiona también la cartera de Emancipación, y en la carta que remitió el pasado 3 de julio al Congreso informando del cambio, explica que la policía de fronteras, el Ejército y los funcionarios de otros países de la UE “serán advertidos del nuevo tipo de carné para que puedan manejarse”. Los estudios previos efectuados por el ministerio sobre el particular indican que la transición no tendrá mayores consecuencias prácticas. “Entre otras cosas, porque los Países Bajos no es el primero: en Alemania la tarjeta de identidad tampoco incluye el sexo del titular”, añade la nota. En 2019, Engelshoven afirmó ante los diputados que “limitar el registro innecesario del sexo en los documentos oficiales es un paso importante en el proceso de poder mostrar la propia identidad en un entorno seguro”. La medida entrará en vigor en el periodo 2024-2025, fecha prevista para la presentación de un nuevo modelo de carné a escala nacional. De este modo, se evitarán gastos adicionales de impresión. Por otra parte, el Gobierno ha subrayado que, de momento, no es posible añadir la categoría de género neutro o bien sin género, a la de hombre o mujer, al inscribir a los recién nacidos en el registro civil. La jurisprudencia no está clara en este aspecto.
Los grupos que representan en Países Bajos al colectivo LGTBI, así como la Organización para la Diversidad Sexual (NNID, en sus siglas neerlandesas) y la específica de personas transgénero (TNN) han calificado de “noticia estupenda” el nuevo carné, que evitará “preguntas superfluas e indiscretas en las ventanillas oficiales, el tren o las fronteras”, según sus portavoces. En una misiva conjunta enviada al Gobierno en 2019, afirmaban que cerca del 4% de los neerlandeses no se sentía a gusto con la jerarquía de hombre y mujer. De ahí que acabar con la obligación de registrar el sexo en un documento de identidad “sea importante para todos los que consideran que a las autoridades no les incumbe lo que haya dentro de la ropa interior”, escribieron.
En mayo de 2018, Leonne Zeegers, una persona intersexual sentó un precedente legal al conseguir que el registro civil incluyera una X en el apartado destinado al sexo. Un tribunal de Limburgo (sur del país) falló que solo así tendría derecho “a su autodeterminación personal autonomía y privacidad”. Los padres de Leonne la inscribieron como varón al no poderse establecer con claridad su sexo. Tras diversas operaciones lo intentó como mujer, pero tampoco se adaptó. En 2019, recibió el primer pasaporte expedido en su tierra con una X, que denota “género neutro”, según los jueces. Ese mismo año, Nanoah Struik, que nació mujer, consiguió un pasaporte similar. En su caso, se siente “no binario”, es decir, ni hombre ni mujer. Son las dos únicas personas con un documento así en los Países Bajos.
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