Un tribunal de Pakistán condenó a tres alumnas de una escuela coránica, dos de ellas a la pena de muerte, por asesinar a una profesora a la que acusaron de blasfemia contra el profeta Mahoma, afirmaron fuentes policiales este miércoles.
Razia Hanfi, que cuando tuvo lugar el asesinato en 2022 contaba con 21 años, y Umra Aman, de 24, fueron condenadas el pasado lunes a muerte por el crimen, afirmó a EFE un oficial de Policía de la ciudad de Dera Ismail Khan, Muhammed Tufail.
Ayesha Naumani fue condenada a cadena perpetua, según Tufail, ya que tenía 17 años en el momento del crimen.
Las tres, emparentadas y estudiantes de la escuela coránica Jamia Islamia Falahul Binaat de esta ciudad, situada en la provincia noroccidental de Khyber Pakhtunkhwa, justificaron el asesinato con el sueño de una niña de 13 años que vio a su profesora Bibi blasfemando contra el profeta Mahoma.
Las jóvenes golpearon con palos a la catedrática antes de degollarla en la puerta principal del seminario islámico, y fueron detenidas el 30 de marzo de 2022.
A las condenas se suman multas para Hanfi y Aman de 2 millones de rupias (unos 7,000 dólares) cada una, y para Naumani de 1 millón (3,500 dólares), según informó Tufail.
Todas las estudiantes condenadas tienen derecho a impugnar el veredicto ante el Tribunal Superior y, en caso de rechazo, pueden aún presentar su petición ante el Tribunal Supremo. En caso de que el máximo tribunal lo deniegue, las tres pueden presentar peticiones de clemencia al presidente de Pakistán.
El delito de blasfemia fue establecido en la época colonial británica y endurecido por el dictador Mohamed Zia-ul-Haq en los años 1980, y conlleva la pena de muerte en Pakistán, aunque nunca nadie ha sido ejecutado por ello.
Críticos afirman que algunas personas abusan de la ley contra la blasfemia, muchas veces, para saldar sus cuentas personales.
En febrero de 2021, una turba linchó a un hombre que, según su familia, padecía un trastorno mental, por quemar supuestamente algunas páginas del Corán en el este de Pakistán.
También en diciembre de 2021, un grupo ejecutó y luego incendió el cadáver de un hombre de Sri Lanka en la ciudad de Sialkot, al noreste del país, por cometer blasfemia.
El linchamiento provocó la condena de organizaciones internacionales y del gobierno de Sri Lanka.
(Con información de EFE)
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