Funcionarios palestinos criticaron la decisión del secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo de visitar el asentamiento israelí en Cisjordania, calificando el viaje planeado como “un desafío al consenso internacional”.
“La visita será un desafío a las posiciones de todas las administraciones estadounidenses anteriores que enfatizaron la ilegalidad de los asentamientos en los territorios palestinos ocupados”, dijo la agencia de noticias Xinhua citando al ministro palestino de Asuntos Civiles, Hussein al-Sheikh, en un comunicado el viernes.
Más temprano en el día, los medios israelíes informaron anteriormente que Pompeo haría una visita excepcional a una bodega en el asentamiento de Psagot en Cisjordania y los Altos del Golán durante una visita a Israel la próxima semana.
“La visita es peligrosa y viola el derecho internacional y las resoluciones de las Naciones Unidas”, dijo el primer ministro palestino Mohammed Shtayyeh.
Una visita de este tipo a un asentamiento construido en tierras pertenecientes a propietarios palestinos “representa la legitimación de los asentamientos y un golpe a la legitimidad internacional”, añadió Shtayyeh.
Israel ocupó Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén Este en 1967 y desde entonces ha construido docenas de asentamientos en los territorios ocupados, todos considerados ilegales por los palestinos.
En 2019, Pompeo anunció que Washington ya no consideraba que los asentamientos israelíes construidos en los territorios palestinos fueran incompatibles con el derecho internacional.
Los palestinos quieren establecer un estado independiente en los territorios ocupados por Israel en 1967 con Jerusalén como su capital mediante conversaciones de paz con el estado judío.
La última ronda de negociaciones de paz entre palestinos e israelíes, patrocinada por Estados Unidos, se rompió en 2014 debido a sus profundas divisiones sobre cuestiones relacionadas con los asentamientos israelíes y el estado palestino.
La Autoridad Palestina cortó sus lazos diplomáticos con la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, después de que declarara a Jerusalén como la capital de Israel en 2017.