El Gobierno de Panamá ha suspendido temporalmente los servicios de autobuses que transportaban a migrantes recién salidos de la selva del Darién hasta la frontera norte del país, luego de dos accidentes en días pasados y cuestionamientos sobre sus medidas de seguridad.
En el incidente más reciente, ocurrido este sábado, un vehículo donde viajaban al menos 57 migrantes se incendió rumbo a un albergue sin que se registraran heridos. Diez días antes fallecieron 39 personas luego de que el autobús que los transportaba cayera por un precipicio cerca del albergue de Gualaca.
Organizaciones de activistas han denunciado que los autobuses operan en esta ruta sin las medidas de seguridad necesarias. El Servicio Nacional de Migración estimó que en la década que lleva operando esta vía de transporte para los migrantes se han hecho casi 10.000 viajes con más de 500.000 personas.
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