La cifra de personas vulnerables aumentó drásticamente por la emergencia sanitaria y las medidas adoptadas para contener el virus, según el portavoz de ACNUR, Andrej Mahecic.
Los efectos socioeconómicos derivados de la pandemia de Covid-19 han empeorado la vida de los refugiados sirios en Oriente Próximo, que están en una situación aún más desesperada y han visto aumentar sus necesidades humanitarias en estos últimos meses, alertó el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
La tendencia se repite en los países de la zona que acogen a la mayoría de los sirios que han huido de la guerra iniciada en su país en 2011. La cifra de personas vulnerables, sin recursos básicos para sobrevivir en el exilio, aumentó drásticamente por la emergencia sanitaria y las medidas adoptadas para contener el virus, según el portavoz de la agencia de la ONU, Andrej Mahecic.
Ya antes del coronavirus, la mayoría de los refugiados sirios vivían por debajo del umbral de la pobreza. Un estudio reciente mostraba que sólo el 35 por ciento de los residentes en Jordania tenían un trabajo seguro al cual volver una vez que se hubiesen levantado todas las restricciones.
“Muchos refugiados han perdido sus ingresos, que ya eran exiguos, lo que les obliga a recortar en las necesidades más básicas, entre ellas la comida y la medicación”, detalló Mahecic. Los hogares asumen más deudas y dejan de pagar cualquier tipo de renta.
Esta nueva situación agudiza también la vulnerabilidad de este colectivo, que ahora corre más riesgo de sufrir trabajo infantil, violencia de género, matrimonios tempranos y otras formas de explotación que afectan principalmente a los menores de edad y a las mujeres.
Para mitigar los efectos colaterales de la pandemia, ACNUR ha repartido dinero a caso 200 mil refugiados en Egipto, Irak, Jordania, Líbano y Turquía, cinco países que acogen en total a más de 5.5 millones de sirios. La organización aspira ahora a ampliar estas ayudas con al menos 100 mil beneficiarios más.
Sin embargo, este objetivo se complica entre otras razones por la falta de fondos. El plan de asistencia para los refugiados sirios en 2020, valorado en 5 mil 500 millones de dólares, apenas está cubierto en una quinta parte, según datos de ACNUR.
La agencia también ha expresado su preocupación por la situación humanitaria de los sirios retornados, así como por otros grupos vulnerables dentro de Siria, entre ellos los más de 6 millones de desplazados internos. No en vano, la ONU estima que 11 millones de personas requerían ya de asistencia humanitaria antes de la pandemia.
Con información de Europa Press