Pandemia, embargo y recortes presupuestales asfixian a 300 mil pescadores

Los pescadores están en crisis debido a la pandemia de Covid-19, el embargo pesquero que impuso Estados Unidos y los recortes que hizo el Gobierno Federal a lo subsidios pesqueros.

En el Día Mundial de los Océanos, que se conmemora este 8 de junio, al menos unos 300 mil pescadores ribereños y comerciales del país están en crisis debido a tres factores que en los últimos meses azotaron a la pesca: la pandemia de Covid-19, el embargo pesquero que impuso Estados Unidos y los recortes presupuestales del Gobierno Federal como la reciente cancelación del subsidio al diésel para embarcaciones pesqueras.

Desde enero, cuando la epidemia de coronavirus se agudizaba en China, los pescadores mexicanos enfrentaron el cierre a la exportación de sus productos en ese país que representa uno de sus principales clientes comerciales.
Para abril, México también estaba en emergencia sanitaria por ello, los pescadores pararon actividades en el mar en plena Semana Santa, considerada su mejor periodo comercial del año.

En mayo llegó la notificación del embargo pesquero de Estados Unidos a México mediante la cual anunció la prohibición de las importaciones de camarón y otros productos pesqueros mexicanos procedentes del Alto Golfo de California, debido a que las autoridades mexicanas han sido incapaces de resolver el problema de la vaquita marina, especie endémica de esa zona en peligro de extinción.

Foto: Carlos Aguilera, cortesía EDF de México.

Ya en junio, se enteraron de que el Gobierno Federal eliminó el estímulo fiscal aplicable al impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) para la gasolina y el diésel de uso en el sector pesquero.

José Jesús Camacho Osuna, presidente de la Confederación Mexicana de Cooperativas Pesqueras y Acuícolas, la cual agrupa a 55 mil pescadores agrupados en 550 Cooperativas de los 17 estados costeros, afirma que la afectación comercial al sector pesquero debido a la pandemia de Covid-19 es de entre 80 y 100 mil millones de dólares.

“Obviamente hemos sido afectados en todos los mercados principalmente en el interno, como también en los mercados internacionales a los que estábamos llegando. La afectación que hemos tenido nosotros la calculamos entre los 80 y los 100 millones de dólares de dólares porque para nosotros empezó cuando empezó la pandemia en China porque es uno de nuestros principales socios comerciales, son los que más consumen nuestro producto”, informa en entrevista telefónica para Aristegui Noticias.

En el mercado interno, la pandemia de coronavirus impidió que los pescadores pudieran desplazar su producto a los principales puntos de venta.

“Las principales centrales de abasto están en Guadalajara, la Ciudad de México, Monterrey y están requiriendo en muy bajas cantidades el producto que nosotros producimos porque ellos abastecen a restaurantes y comercios pero están cerrados. La producción cayó en un 60 o 70 por ciento de lo que veníamos produciendo”, indica.

A este panorama, explica que se sumó el embargo pesquero de Estados Unidos y el mayor temor de los pescadores es que en los próximos meses se extienda más allá del Alto Golfo de California y se prohíba la importación de productos pesqueros de otras regiones.

José Jesús Camacho Osuna, presidente de la Confederación Mexicana de Cooperativas Pesqueras y Acuícolas. Foto: Cortesía

“Eso sí sería catastrófico no solamente para nosotros los pescadores sino para México porque traemos divisas al país entonces, de seguir con el problema del Alto Golfo de California por el problema de la vaquita y la totoaba, el embargo podría extenderse a Nayarit y a todo el litoral del pacífico y el Golfo de México. Somos un mundo de pescadores, 300 mil en el país organizados de distintas maneras”, advierte.

Camacho señala que la crisis pesquera se acentuó desde el inicio de la actual Administración Federal debido a los recortes presupuestales a la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca).

“Pareciera que el Covid lo empezamos a padecer desde finales de 2018 y todo 2019 porque tuvimos una disminución de más de 2 mil millones de pesos en el presupuesto a la pesca, desde la baja que dio al presupuesto este Gobierno a la pesca. Hoy, con un presupuesto de 700 millones de pesos de un presupuesto de 3 mil 700 pesos que veníamos obteniendo hasta 2018, ya se imaginará que nos agarra esta pandemia con esta carencia de recursos”, expone.

Además de los recortes presupuestales, lamenta que el Gobierno Federal anunciara la semana pasada la cancelación del programa de precio especial al combustible para actividades marinas. Este subsidio les descontaba 2.40 pesos por cada litro de gasolina o diésel que empleaban en las embarcaciones pesqueras.

Foto: Carlos Aguilera, cortesía EDF México.

“Veníamos obteniendo un precio especial del diésel y la gasolina que es el principal elemento, es el más costoso, lo que son los combustibles y nada más se publica en el Diario Oficial que nos quedamos sin el estímulo, sin poder acceder a ese precio especial entonces, en lugar de darnos un incentivo nos lo quitan cuando más se ocupa. El mensaje no es alentador, es como si quisieran, en vez de salir adelante, destruirnos. Este apoyo lo teníamos desde el gobierno de Calderón y hoy lo no quitan”, lamenta.

Caen precios de productos marinos

Ernesto Alonso Gastélum González, pescador ribereño de callo de hacha y escama en Sonora, registró una caída de 60 por ciento en el precio de los productos marinos debido a la ausencia de compradores durante los últimos dos meses.

El precio cayó un 60 por ciento, es decir, un producto que el año pasado costaba 120 pesos, este año anda alrededor de 50 pesos el kilo. Si yo el pasado producía tres toneladas por semana, este año debo de producir solamente una porque las otras dos toneladas no las voy a poder vender porque no hay mercado, no hay compradores”, explica en entrevista telefónica para Aristegui Noticias.

El pescador Ernesto Alonso Gastélum González junto a su hijo en una jornada cotidiana en el mar. Foto: Cortesía

Mientras en una temporada normal de Semana Santa, este pescador produce en promedio una tonelada de caracol en concha en un día, 60 docenas de almeja o 10 kilos de callo de hacha, esta vez su producción se redujo debido al confinamiento para evitar la propagación de la pandemia.

“La mayoría de los pescadores ribereños llegamos a playa y entregamos nuestro producto, lo comercializamos a los intermediarios. No generamos valor agregado y no tenemos la capacidad de transporte ni de red de frío es decir, nuestro trabajo es producir pero no comercializamos ni procesamos y cuando se viene esta pandemia, se limitó el acceso a los compradores, se evitó el acceso a personas ajenas del lugar por ejemplo, desde hace dos meses en Puerto Peñasco (Sonora) nadie entra y nadie sale para evitar que ingresen casos de coronavirus”, comparte.

Prioritaria, red nacional de frío para productos marinos

Ernesto Alonso Gastélum González y José Jesús Camacho Osuna, coinciden en que es urgente acelerar la construcción de una red nacional de frío para que pescadores puedan comercializar sus productos a lo largo del país y fomentar el consumo interno de pescados y mariscos.

La red de frío, plantearon, podría ser operada por la Conapesca e incorporaría a los más de 300 mil pescadores comerciales y ribereños del país.

“Es esencial crear una red de frío para que se distribuyan nuestros pescados y mariscos a nivel nacional. Los productos pesqueros son altamente perecederos y para poder transportarlos se requieren camiones refrigerados y que los trámites para mover el producto sean accesibles”, subraya Ernesto.

Equidad de género en el mar

Yanett Miranda Castro Medina, presidenta de la Sociedad Cooperativa Almejeras de Santa Cruz en Altata, Sinaloa, que agrupa a nueve mujeres que se dedican a la comercialización bivalvos, registró una baja comercial de 90 por ciento partir de la pandemia.

“Tuvimos una baja del 90 por ciento ya que esta pandemia nos llegó en plena cuaresma cuando mejor nos va a todo el sector pesquero y es donde hacemos ahorros para aguantar las épocas de veda. En un día normal, cada una de las socias habría sacado unas 10 cubetas de ostión que las vendemos en 300 pesos pero ahorita ninguna. Nosotros tenemos puro mercado local”, comparte en entrevista telefónica para Aristegui Noticias.

Yanett Miranda Castro junto a otras mujeres pescadoras de Altata, Sinaloa. Foto: Cortesía.

Desde 2017, esta pescadora y sus colegas están tramitando un permiso ante la Conapesca para que les permitan comercializar su producto en otras regiones del país, pero no han tenido respuesta de la autoridad.

Hay que hacer visibles que las mujeres estamos en la pesca y ya merecemos tener ese reconocimiento. Nosotros también queremos tener acceso a seguridad social, a tener más garantías y que no solamente nos quede nuestro cuerpo maltratado por el trabajo en el mar”, señala.

La pescadora, que en una jornada normal pasa hasta cuatro horas agachada en el mar para recolectar la almeja de manera tradicional, se reconoce como una orgullosa “pata salada”, y enfatiza que las mujeres de la pesca también deben tener acceso a permisos comerciales tradicionalmente otorgados a los hombres.

“Nosotros queremos que los permisos del mar, sean de quien los trabaja. Esa es nuestra lucha”, subraya.

Alternativas frente a la crisis

Juan Manuel Calderón Alvarado, director de políticas públicas de Environmental Defense Fund (EDF) de México, destaca que los pescadores están buscando alternativas para enfrentar la crisis como la venta de productos marinos a domicilio, de manera congelada o enlatada en el mercado nacional.

No obstante, resalta que debido a la pandemia, las cooperativas pesqueras ya registran solicitudes de crédito, de acceso a los ahorros y de recortes de personal.

“Alrededor de un 45 por ciento de los pescadores a pequeña escala perdieron sus ventas en un 100 por ciento. Los aspectos sociales del sector pesquero son de urgente atención, en algunas cooperativas hay un incremento muy notable de las solicitudes de crédito, de préstamos a las propias cooperativas por parte de los pescadores. Por otro lado, hay solicitudes muy puntuales para repartir ahorros que se han generado en las propias cooperativas y algunas han reportado la necesidad de reducir salarios”, indica Juan Manuel en entrevista telefónica para Aristegui Noticias.

Foto: Carlos Aguilera, cortesía EDF México.

Por su parte, Julián Portilla, coordinador de impacto colectivo para la pesca, explica que además de enfrentar una caída del 80 por ciento en la demanda de productos pesqueros y que los precios son más bajos, los pescadores son más vulnerables a contagios de Covid-19 debido a la vulnerabilidad que hay en las comunidades pesqueras.

“Los pescadores están contribuyendo fuertemente en sus comunidades para la seguridad alimentaria. En el corto plazo, se requieren apoyos del gobierno a las comunidades en forma de despensa, dinero en efectivo y les falta información clara (sobre la pandemia) y para exportar, se requiere un montón de coordinación entre Cofepris, Senasica, la Conapesca, la Secretaría de Economía. Lo que se requiere es que el gobierno coordine a todas estas dependencias para reducir la burocracia que impide la reactivación del canal de exportación”, apunta en entrevista telefónica para Aristegui Noticias.

Ambos expertos en políticas pesqueras urgieron al gobierno federal apostar a la reactivación del sector pesquero legal a través del fortalecimiento a las cadenas de valor sustentables.




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