Ante la crisis por el Covid-19, los empresarios aclaran que no piden subsidios, sino acciones de la autoridad para salvaguardar fuentes de trabajo y evitar el cierre de compañías.
Si las autoridades no actúan a la altura del tamaño del problema, la pandemia del coronavirus podría convertirse también en una tragedia económica, alertó el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
“Nos preocupa enormemente que la acción de la autoridad no está siendo consecuente con el tamaño del problema; no es nada más un problema de salud que hay que atender, y nosotros estamos enormemente alineados, es también un problema económico”, afirmó en videoconferencia Carlos Salazar, presidente del CCE.
Salazar añadió que algunas previsiones anticipan que la afectación de la economía sería de menos 4 por ciento, lo cual podría traducirse en la pérdida de 800 mil empleos.
En ese sentido, hizo un llamado a que se establezca una comisión económica integrada por sindicatos, empresarios, trabajadores y gobierno.
A su vez, Bosco de la Vega, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), afirmó que si México no está a la altura del problema, esta situación se puede convertir en una tragedia.
Vicente Yáñez, presidente de la Asociacion Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales, señaló que el abasto de productos estará garantizado en la medida en que no haya bloqueos en carreteras, se cuiden inventarios y se eviten saqueos.
“Que la cadena de abasto no se rompa”.
El jueves, el CCE presentó una serie de propuestas al gobierno para enfrentar esta crisis y evitar que se cancelen inversiones y se pierdan empleos.
“No estamos pidiendo subsidios, estamos adelantándonos a un problema nacional, cómo salvaguardar empleos y cuidar que el trabajo en las empresas se conserve, y no tengamos un impacto por esta crisis que haga cerrar compañías definitivamente”, subrayó Salazar.
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Precisó que el próximo martes, a más tardar el miércoles, habrá una respuesta por parte de Alfonso Romo, jefe de la Oficina de Presidencia.
Añadió que si el gobierno no reacciona a sus peticiones, cada agente económico trataría de limitar al máximo el impacto que tiene sobre sus trabajadores y actividad; sin embargo, se perderían más empleos que si se actúa anticipadamente.