CIUDAD DEL VATICANO – El Papa Francisco, quien el domingo fue hospitalizado por una cirugía programada por un problema de divertículos en el intestino grueso, reaccionó bien al procedimiento quirúrgico, informó el Vaticano. El lunes en la mañana el pontífice estaba “alerta y respirando sin soporte” y permanecerá en el hospital por 7 días si no hay complicaciones.
En una declaración, Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, dijo que el Pontífice sobrellevó bien la intervención quirúrgica debido a una estenosis (estrechamiento) diverticular del sigma.
La cirugía, bajo anestesia general, fue realizada por el profesor Sergio Alfieri, asistido por Luigi Sofo, Antonio Tortorelli y Roberta Menghi, además de un equipo médico integrado por seis profesionales de la salud.
Bruni no dijo ni cuándo podría ser dado de alta el Papa del hospital Policlínico Gemelli, en Roma, ni si podrá convalecer en su residencia.
Tres horas antes de que El Vaticano informara que el Papa fue hospitalizado, Francisco había saludado alegremente al público en la Plaza de San Pedro, de acuerdo con la tradición dominical y les había dicho que iría a Hungría y Eslovaquia en septiembre.
Una semana antes, Francisco, de 84 años, pidió a los fieles que oraran especialmente por él, lo que, en retrospectiva, podría haber estado insinuando la cirugía planeada en el Policlínico Gemelli de Roma.
El Vaticano dijo que el Papa había sido diagnosticado con “estenosis diverticular sintomática del colon”, una referencia a un estrechamiento en el intestino grueso.
Francisco goza de buena salud en general, pero le extirparon parte de un pulmón cuando era joven. También sufre de ciática, y ocasionalmente tiene episodios dolorosos de la afección que involucra un nervio que afecta la parte inferior de la espalda y la pierna.
El papa Francisco saludó la mañana de miércoles a un hombre disfrazado del superhéroe Spiderman en la audiencia general con los fieles.
Los médicos de Gemelli han realizado cirugías antes en pacientes papales, incluido el Papa Juan Pablo II, a quien le extirparon un tumor benigno en el colon en 1992.
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