El mercado laboral actual tiene un dinamismo nunca antes visto. Por este motivo analizarlo se vuelve apasionante, porque todo está en proceso de cambio. Para Sebastián Siseles, vicepresidente internacional de la plataforma Freelancer.com, la educación es el gran diferencial que puede eliminar la brecha de habilidades que hoy viven tanto las organizaciones como los trabajadores, en un escenario de escasez de talento.
¿Qué significa esto? Que las empresas aseguran que les cuesta cubrir las posiciones que hoy precisan. Pero al mismo tiempo hay una parte de la población que no accede a puestos laborales por no contar con las skills que las firmas demandan.
“Hasta 2020, la gran mayoría de las carreras se referían a profesiones del siglo pasado. El problema es que hoy preparan a egresados que salen a trabajar en un mercado laboral que requiere conocimientos del año que viene. Hay una brecha entre lo que el mercado necesita y lo que las universidades brindan. Y esto lo dice un abogado”, señala.
Este diagnóstico parece simple, pero encierra mucho trabajo por delante, y no solo en los niveles superiores de la educación. Hay que diseñar un sistema educativo que pueda ir en conjunción con lo que se precisa para un buen desarrollo de las empresas, de los profesionales y de la economía del país.
“A nivel global, el mercado laboral está pidiendo formación y habilidades ligadas a las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por su acrónimo inglés). Hoy los egresados de las diferentes ingenierías y los especialistas en marketing y comunicación son muy buscados. Y esto tiene que ver con que la gran mayoría de las empresas ya tienen venta online propia. Estas organizaciones necesitan saber cómo atraer a los consumidores y medir sus movimientos en sus plataformas: saber cómo llegó, cómo se movió, cuál fue su conducta a través de todo su viaje”, describe Siseles y deja en claro que la actualización de saberes se requiere hoy en todo tipo de industrias, y en todos los tamaños de empresas.
Y agrega que quienes desarrollan estos sitios son generalmente jóvenes especializados en growth hacking, que agregan opciones de pagos, servicios de billeteras virtuales y más. Este ejemplo, asegura, demuestra lo que el mercado más está pidiendo hoy: talentos que sepan de programación, tecnología, matemáticas. Así, las habilidades técnicas son cada vez más un requisito para conseguir empleo.
Formación tradicional
Para describir lo que hoy sucede en las universidades argentinas, Siseles se vale de cómo fueron las inscripciones al Ciclo Básico Común (CBC) de la Universidad de Buenos Aires (UBA); “Las carreras a las que más alumnos se anotaron este año son: medicina, administración de empresas y psicología. Y esto está bien, pero el mercado pide otra cosa. Y para que se produzca un crecimiento de las industrias, a grandes rasgos, lo que se necesita son profesionales con skills de STEM. Hay que formar personas en estas habilidades desde la temprana infancia”.
Siseles hace un doble clic sobre el problema de la formación y analiza el modelo de trabajo para el que las universidades preparan a sus estudiantes: “Hoy la capacitación que brindan es para ser un gran ejecutivo de una empresa que no es tuya. Esto no está ni bien, ni mal, depende de los intereses de cada uno”.
Pero en este punto, agrega que cada vez son más las personas que ya no quieren ir a una oficina, quieren trabajar desde sus casas, mirando las sierras por la ventana. En su opinión, el tema pasa a ser cómo lidian las universidades con esto, porque es un desafío que no estaba planteado y no se reflejaba en los planes de estudio.
“El mayor desafío es que la educación así como está planteada está en crisis. Hoy conviven en las empresas talentos que se formaron tradicionalmente, y también están aquellos que aprendieron una habilidad en un formato online, a una fracción del costo de lo que les hubiera significado ir a la universidad”, detalla Siseles.
Lo cierto es que quienes se vuelcan a formarse de modo online, tienen la ventaja de hacerlo de un modo mucho más dinámico y al ritmo que el mercado está demandando. “Quien hace un curso corto y aprende una habilidad puede tener una gran salida laboral. Hoy hay opciones, como Coder House, Digital House y hasta YouTube, que es gratis”, dice el experto.
Y para ejemplificar esto, cuenta la historia del atleta olímpico Julius Yego. “Nació en Kenia, y tenía como hobby armar largas varas de madera en el patio de su casa. Así terminó vinculado al lanzamiento de jabalina, y era exitoso en esta disciplina. Pero en su país no tenía recursos suficientes para mejorar: no tenía entrenador, ni espacio para ejercitar. Ante esta adversidad no se dio por vencido y eligió el camino del autodidacta, y eligió usar YouTube para mirar tutoriales e ir aprendiendo”, describe Siseles.
Esto mismo hoy se puede extrapolar a un diseñador, un programador o un desarrollador, entre otras actividades. Todos estos profesionales pueden aprender y seguir formándose de manera remota.
“Pero, el sistema educativo sigue sacando al mundo gente formada en un esquema viejo”, se lamenta.
El desafío por delante
“Hasta que apareció el Covid-19, el desafío era adaptarse a trabajar de modo remoto. Pocas empresas tenían programas para que sus colaboradores se desempeñaran de modo virtual. Ahora, tras la emergencia sanitaria, lo que quedó es la transformación del C-Level”, relata Siseles.
La pandemia, insiste, obligó al cambio de mindset de un modo drástico e inmediato. Debemos recordar que antes de marzo de 2020 ninguna organización pensaba en contratar a un candidato de modo remoto, y hoy esto se hace y hasta se dan los onboarding especialmente diseñados para quien se incorpora sin pisar la oficina.
Con más de 60 millones de usuarios registrados, Freelancer.com da cuenta de cómo viene creciendo el interés de los profesionales por desempeñarse de modo independiente. Y este es uno de los indicadores de cómo está cambiando el mercado laboral.
“Cuando íbamos a las empresas a contarles sobre nuestra plataforma en las reuniones participaban el director de compras, el de legales, el de impuestos, el de compliance. Todos se acercaban para tratar de entender de qué se trataba el contratar a un freelancer. Hoy esta adaptación es mucho más rápida. Está claro que el desafío del management está puesto en el vínculo con los trabajadores remotos”, afirma Siseles.
La relación de los líderes con sus equipos, ya sea que sus integrantes estén en relación de dependencia o que sean freelancers, se transformó completamente. “Los directivos tienen que aprender a trabajar con su gente de modo remoto. Y esto es difícil, porque de los gerentes para arriba, son profesionales que crecieron en un formato de trabajo que está desvaneciéndose. ¿Qué viene? Es cuestión de tiempo hasta que los jóvenes tengan el liderazgo en las organizaciones”, analiza.
Un punto que abre debate es si ahora que la actividad está en pleno movimiento hay que volver o no a la oficina, o si el formato híbrido se terminará imponiendo. “Hoy vemos que muchos están volviendo a sus espacios de trabajo y se dan cuenta que no tienen computadora, silla o escritorio. Muchas empresas hicieron crecer sus plantillas drásticamente en estos últimos dos años, y ahora hay que acomodarse”, cuenta Siseles y destaca que ahora las compañías tienen el desafío de atraer y fidelizar a los talentos en este esquema mixto, combinando jornadas presenciales y otras remotas.
¿Hay fuga de talentos?
Mucho se habla en estos días sobre el interés de los talentos en conseguir empleo fuera del país. No necesariamente de expatriarse, sino de tener un ingreso en moneda dura. Sin embargo, Siseles señala que no existe tal fuga, sino que se está en un escenario en el que todos pueden ganar.
“Allá por los años 90, se hablaba de fuga de cerebros, pero en realidad quienes salían del país eran las personas. Era una migración física. Hoy no hay fuga, porque las personas siguen estando acá, trabajan desde la Argentina para el exterior, pero también para nuestro país. Ahora podés trabajar para cualquier parte del mundo, y esto es lo más disruptivo del mercado laboral”, resalta Siseles.
Entonces, ¿las empresas pueden retener a sus colaboradores si les exigen estar determinada cantidad de horas a disposición? “No solo está el tema del cumplir horario, también las empresas les dicen a sus talentos que pueden tomarse vacaciones solo 15 días al año, y que sea mayormente en enero, que tiene que vivir cerca para poder ser parte de la organización. Todo esto, que era la norma hasta hace dos años, hoy a un joven no lo atrae, más bien todo lo contrario”, dice el especialista.
En este contexto, hay una palabra que gana protagonismo: experiencia. “Hoy se busca tener y vivir experiencias. Y esto implica pensar todo el viaje del empleado, en cómo brindarle experiencias en su desarrollo laboral. ¿Cómo retener a cada colaborador? Esta es la incógnita que debemos resolver, y eso sucederá con el tiempo”, adelanta Siseles.
A esto hay que agregar que los jóvenes eligen en qué empresas, y hasta en que industrias, quieren desempeñarse. Las nuevas generaciones, señala el especialista, quieren algo que vaya con su pensamiento, que tengan en cuenta sus valores, lo que ellos consideran y ven como sustentable. Pero también buscan flexibilidad, no solo en los horarios, sino en poder estar trabajando desde lugares alternativos.
¿Se vienen los nómades digitales? “No creo que eso se consolide en un 100%, porque los nómades digitales son completamente freelancers y se van desplazando. Me encantaría decir que es lo que viene, pero es algo que funciona solo para algunos. Porque hay que saber que para ser un trabajador independiente hay que tener ciertos rasgos de personalidad o haber trabajado sobre ellos. Quien quiere ser freelancer debe tener autogestión, autocontrol y ser consciente de qué sucede en su economía y su esquema laboral si un día no trabaja. Y no todos los profesionales se adaptan”, opina el especialista.
Desde su punto de vista lo que hoy es disruptivo, mañana lo copian otros y deja de serlo. Por eso las empresas deben ser sumamente creativas para poder dialogar con sus talentos porque así lograrán atraer candidatos. “Lo que sabemos es que las empresas que más rápido se adapten a cambiar de modo constante son las que van a prevalecer. En cambio, las compañías más tradicionales en su pensamiento van a quedar por fuera del mercado”, detalla Siseles.
Y completa su mirada: “Si no podés atraer y retener el talento, en este escenario estás perdido. Y esto cambia mes a mes. Hoy los beneficios más buscados son los ligados al bienestar, pero también lo que tiene que ver con la responsabilidad corporativa y la sustentabilidad. Hay que estar atentos al pensamiento de la gente y a cómo va transformándose”.
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