El papel de aluminio es uno de los elementos más utilizados en la cocina, aunque no siempre lo usamos como es debido. Bien es sabido por todos que el papel de aluminio tiene dos caras: una mate y una brillante. Pero, ¿para qué sirve cada una de ellas?
Caras del papel de aluminio: mate y brillante
Por lo general, a la hora de envolver los alimentos, dejamos para fuera la zona brillante. Lo cierto es que no hay una explicación lógica a esto, más allá de la estética. Los expertos explican que no existe ninguna diferencia destacada entre las dos caras del papel de aluminio.
Ambas desempeñan la misma función, así que escoger una u otra depende básicamente de nuestras preferencias. Ahora bien, si vamos a utilizar el papel de aluminio para meterlo en el horno, la cosa cambia.
En este caso, la cara brillante es la que tiene más capacidad para absorber el calor por una razón muy sencilla: en ella se refleja más la luz. Por este motivo, lo correcto es cocinar siempre con la parte de mate hacia afuera y la brillante para dentro.
¿Qué ventajas ofrece?
El por qué el papel de aluminio es un elemento tan utilizado en la cocina tiene que ver con el gran número de ventajas que ofrece. Cuando lo usamos para envolver alimentos, conseguimos mantener sus propiedades y su sabor durante más tiempo.
Al utilizarlo para cocinar en el horno, los resultados son fantásticos. Podemos conseguir platos muy saludables y jugosos, sin que se mezclen los ingredientes. A esto hay que sumar que es un material aislante, que evita que pase la luz o la humedad y que se filtren los líquidos.
Usos sorprendentes
Además de para envolver alimentos y cocinar en el horno, el papel de aluminio sirve para otras muchas cosas.
Uno de los usos más sorprendentes de este elemento es para afilar las tijeras. Simplemente tenemos que coger un trozo de papel de aluminio, doblarlo varias veces y cortarlo con las tijeras varias veces. ¡Quedan como nuevas!
Para limpiar la plancha, colocamos un trozo de papel de aluminio en la tabla de planchar y añadimos un poco de sal por encima. Luego, colocamos la plancha sobre el papel de aluminio y simulamos que estamos planchando.
Para dejar los cubiertos brillantes, ponemos papel de aluminio en el fondo de un recipiente, y añadimos agua y sal. Luego, introducimos los cubiertos y los dejamos un par de horas.
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