HOUSTON (AP) – La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos cerrará temporalmente un almacén convertido ubicado en McAllen, Texas que se usaba para detener inmigrantes debido a una renovación.
La instalación de McAllen atrajo la atención internacional cuando surgieron imágenes de niños separados de sus padres detenidos en jaulas de alambre en el interior.
La agencia dijo en un comunicado el miércoles que la instalación, conocida como el centro de procesamiento central, reabrirá en 2022 con una capacidad menor y “áreas de detención modernas”. También contará con un área de recreación para niños. La renovación fue reportada por primera vez por The Washington Post.
Inaugurada en 2014 durante la administración del presidente Barack Obama, la instalación se utilizó por primera vez para albergar a niños inmigrantes, en su mayoría de Centroamérica, que cruzaban solos la frontera entre Estados Unidos y México. La administración Trump usó la instalación para retener a los padres e hijos que separó durante la aplicación de la política de “tolerancia cero” en 2018 en los cruces fronterizos.
Los adultos y niños detenidos por la Patrulla Fronteriza generalmente duermen sobre colchonetas y reciben mantas de Mylar. Si bien se supone que la agencia debe sacar a los inmigrantes de su custodia en un plazo de tres días, las personas a veces han sido detenidas en el centro de procesamiento y otras instalaciones durante días o semanas.
La Patrulla Fronteriza dijo que está utilizando fondos del Congreso para renovar las instalaciones. Si los cruces fronterizos aumentan nuevamente, la agencia afirmó que “revalúa constantemente los requisitos operativos futuros para respaldar el procesamiento seguro y legal” de los inmigrantes.
La agencia tiene varias estaciones en el sur de Texas que pueden albergar inmigrantes. Ha designado su estación en Weslaco, Texas, para albergar a los niños. Aproximadamente 65 niños, algunos no acompañados y otros con sus padres, fueron detenidos en Weslaco la semana pasada, y los defensores de los inmigrantes advirtieron que las condiciones de detención los dejaban particularmente expuestos al COVID-19.
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