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Hay centrales que intimidan por su aspecto fiero y hay centrales como Pau Torres (Vila-real, Castellón, 25 años) que parece salido del coro de ángeles de un fresco de Giotto, y uno se pregunta cómo hará para imponer la ley marcial en el área visitante de Anfield, infierno balompédico por excelencia. Es la tarea que se espera de este muchacho discreto a falta de completar la metamorfosis que le llevó del mediocentro a la defensa por la vía rápida de las experiencias traumáticas. Después de medirse a Cristiano, Vlahovic y Lewandowski, este miércoles, en la ida de las semifinales de la Champions, le esperan Salah y Mané en Liverpool.
Pregunta. Sadio Mané no hace prisioneros. ¿No cree que en el campo usted debería ser más malvado?
Respuesta. Cuando pasé la covid a finales de enero y entrenaba solo con un preparador físico en un campo aparte, los entrenamientos que hacíamos eran de despejar, de meter el cuerpo contra muñecos, y de correr de un lado a otro. Es algo que también se tiene que ir entrenando para que cuando llegue el partido te sientas un poco más familiarizado con esas acciones. Cuando te cuelgan tantos centros, un buen despeje es importante: no dejarla muerta, mandarla lejos para que el equipo pueda salir, u orientarla si sabemos que un delantero va a estar en un lado o en otro.
P. ¿A qué muñecos se refiere?
R. De los muñecos hinchables que empleamos para entrenar. ¡Me he cansado de pegarle a los muñecos hinchables!
P. Anfield son 60.000 personas pidiendo a gritos que su equipo ataque. ¿Esta presión se puede volver en contra del equipo de casa, como ocurrió en Múnich y en Turín?
R. Ahora vamos a ser menos sorpresivos. Sorprendimos a la Juventus y al Bayern. El Liverpool entenderá que si estamos ahí es porque algo hacemos bien. Tendremos que sacar un buen resultado allí para venir a casa con opciones de clasificar. Ellos son claros favoritos. No solo a pasar sino a llevarse la Champions. Pero tendrán que demostrarlo en el campo.
P. Contra equipos que se cierran, como este Villarreal, el Liverpool acaba colgando muchos balones, igual que el Bayern. ¿Cree que los centros son más fáciles de defender que los balones interiores?
R. Hay que estar bien posicionados y pendientes porque a la mínima que tengan una opción tienen esa capacidad de sacar un buen centro con Arnold o con Robertson. Ahí es importante el referenciar a los delanteros para saber los movimientos que puedan hacer. Contra el Bayern también teníamos la idea clara de sacar la defensa un poco del área porque son un equipo que acumula mucha gente ahí, y cuando uno de ellos chuta desde fuera del área Müller o Lewandowski siempre están dentro yendo a la segunda jugada o a poner el pie. Lo vimos en los vídeos. Hacían muchos goles así y había que defenderlos de esa forma. A diferencia del Bayern, el Liverpool lanza más directo a sus delanteros, que son más rápidos. Salah, Mané, Jota, Luis Díaz… Son gente muy buena, muy física, que aprovechan la mínima que les das.
Yo era centrocampista. He tenido que ir ganando sentido de la marca según superaba categorías. Entrené la agresividad metiendo el cuerpo contra muñecos. ¡Me cansé de pegarle a los muñecos inflables!
P. ¿Salah y Mané son más peligrosos que Lewandowski?
R. Sobre todo a partir de los pases de Thiago, ellos son capaces de atacar los espacios con más facilidad. Lewandowski es un goleador nato: tuvo una ocasión de remate y la metió. Con Salah y Mané tienes que estar más pendiente de tu espalda, de los desmarques en ruptura, y sobre todo de evitar el uno contra uno, porque son muy ágiles.
P. ¿Cómo hacen dos hombres tan amables y gentiles como usted y Raúl Albiol para mantener a raya a estas fieras?
R. Bueno, ¡Raúl de vez en cuando tiene mala uva! Se trata de estar en constante comunicación, de estudiar mucho al equipo rival y de estar concentrados. El que es capaz de concentrarse 90 minutos tiene más posibilidades de hacer un buen partido.
P. Nació centrocampista. ¿Qué es lo más complicado de esa transición a la defensa?
R. He tenido que ir ganando sentido de la marca según superaba categorías. Cuando eres mediocentro detrás de ti tienes a los centrales para defender. Aquí tú eres el último. Ahora ya no hay nadie más. Pero cuando das el paso del mediocentro a la defensa también ves más clara la salida del balón porque no recibes presión por detrás. Lo tienes todo de cara. Cuando eres mediocentro va todo más rápido y tienes que vigilar siempre tu espalda para que no te quiten la pelota por detrás. Cuando eres defensa tienes que duelear más con los delanteros. Tienes que ser agresivo, tienes que ganar en el uno contra uno. Sobre todo en la Liga, donde tenemos más el balón que los rivales y tenemos la defensa alta. El ser ganador en esos duelos, cuando el equipo contrario intensa salir, permite que tu equipo esté atacando en campo rival de forma continuada.
P. Aprender el oficio contra su naturaleza debió ser difícil. ¿En qué partido recibió la primera lección de lo que debe ser un central?
R. Recuerdo un partido de Copa en el campo del Leganés. Tenía ficha del B y me subió Calleja. Lanzaron en largo, yo la dejé botar, El Zhar vino, me metió el cuerpo, me ganó y marcó gol. Ahí aprendí que no tenía que dejarla botar y que yo le tenía que meter el cuerpo a él antes de que él me lo metiera a mí. De estas situaciones aprendes. Tienes que pasar por ahí. Cuando has sido mediocentro es complicado tener ese instinto de ir a meter el cuerpo rápido sin hacer falta. Son jugadas al límite, de uno contra uno. En eso trabajamos en el día a día, para hacerte fuerte con los brazos, para ser ganador de duelos que es lo que hoy en día se busca.
P. ¿Qué aprende de Albiol?
R. La colocación. Raúl siempre juega contra delanteros más rápidos que él, pero él siempre llega antes porque piensa antes. Está siempre bien posicionado y en comunicación constante. Es una maravilla verle dirigir toda la defensa.
P. ¿Nunca defendió tanto en su carrera como ahora?
R. No defendía así desde que estuve en el Málaga con Muñiz [Juan Ramón López Muñiz].
P. ¿Usted de niño soñó con hacerse profesional y alcanzar la gloria metido en su área, como hizo en Múnich?
R. No. En el Villarreal, hasta que no cumples 17 años no empiezas realmente a defender. En cadete me retrasaron a central y me sentí cómodo desplazando el balón. Los entrenadores me dieron esa libertad.
Una buena salida de balón da confianza al equipo. En un repliegue tan intenso, cuando te someten y la robas es importante ganar tiempo con el balón en los pies para que a los compañeros les de tiempo a posicionarse en ataque
P. ¿Sacar el balón jugado es señal de libertad o de responsabilidad?
R. Responsabilidad de que el equipo sea capaz de proyectarse en ataque. Cuando hacemos una buena salida de balón eso da confianza al equipo. Los jugadores nos asentamos en el partido. En un repliegue tan intenso, cuando te someten y la robas es importante ganar tiempo con el balón en los pies para que a los compañeros que estén defendiendo les de tiempo a posicionarse en ataque, a los dos de arriba a estirar y a los mediocentros a coger espacio. Porque te la puedes quitar de encima y tener suerte de que el delantero tuyo esté rápido y se la gane al defensa, pero al final ellos estarán bien posicionados y es difícil sacar ventaja en 80-70 metros.
P. ¿Cómo hace para controlar los nervios y en lugar de pegar el pelotazo dársela a un compañero?
R. Es un trabajo que por suerte en el club hacemos desde pequeños: tener un buen trato de pelota para intentar superar las presiones del rival. Lo seguimos entrenando en el primer equipo. Pero soy un afortunado de haberme criado en una cantera como ésta, en la que la filosofía del primer equipo es la que está establecida en la cantera. Eso hace que los chicos vayan dando pasos con más facilidad.
P. Muchas veces se confunde al valiente con el que corre y choca. ¿En el fútbol el valiente es el que ofrece apoyos para salir bajo presión?
R. Cuando alguien está presionado, sus compañeros tienen que venir rápidamente a darle ayudas, líneas de pase para poder conectar y superar esas presiones del equipo rival. Es algo que Emery lleva insistiendo desde que llegó el año pasado y que seguimos perfeccionando.
P. Gerard Moreno estará lesionado en Liverpool. ¿Cómo se compensa su ausencia en esa salida?
R. Gerard es un jugador que tiene muy buen trato de balón pero al que también sus características físicas le permiten ganar duelos con los defensas, en esos balones directos. Él nos da muchas salidas porque cuando la baja tiene visión de juego. Con él jugamos diferente. Lo Celso es similar, aunque puede jugar más retrasado en el centro del campo y hacer esa función de mediapunta.
Descubrimos que nos llegaban, pero que si estábamos bien ordenados y no nos equivocábamos, los rivales no nos harían ocasiones claras. Porque cuando te equivocas al hacer una basculación o sales a una presión que no toca, dejas espacios que tu rival puede aprovechar
P. ¿Cómo es posible que unos jugadores cuya esencia es el control del balón hayan sido capaces de aguantar tanto tiempo sin salir de su área, como hicieron contra la Juventus o el Bayern?
R. Hemos sabido entender los momentos en los que podemos generar ocasiones y cuándo nos toca defender para esperar. Comprendimos que los equipos como la Juve, el Bayern o el Liverpool son favoritos, que están acostumbrados a hacer goleadas, a machacar al rival. Siempre se dijo que el Bayern era un rodillo, y nosotros hicimos que sucedieran cosas desde la defensa porque aprendimos a saber sufrir cuando nos dominaban. Descubrimos que nos llegaban, pero que si estábamos bien ordenados y no nos equivocábamos, los rivales no nos harían ocasiones claras. Porque cuando te equivocas al hacer una basculación o sales a una presión que no toca, dejas espacios que tu rival detecta rápido y puede aprovechar.
P. El Bayern apenas forzó dos paradas de Rulli. ¿Cómo se consigue ensuciar tantos tiros al adversario?
R. Cada jugador en la posición que le toque debe saber cuáles son sus movimientos en defensa. Porque si uno se desajusta obliga al compañero a abrirse y ahí siempre habrá un dos contra uno. El central tendrá que salir de zona y tendremos menos gente en el área para defender.
P. ¿Qué es lo más difícil cuando se defiende metido en caja?
R. Referenciar bien al delantero en el área cuando te van a centrar. Porque al final, el que te marca gol es el que está en el área. No te puede guiar solo el balón. Debes saber siempre dónde está el delantero para que no te ganen la espalda. Por suerte con Raúl llevamos tres temporadas juntos, sin casi sufrir lesiones. Ya tenemos claro lo que tenemos que hacer cuando el balón va por mi lado, cuando va por el suyo, cuando te vienen con un delantero y un mediapunta o con dos delanteros. Si el balón va a mi palo, yo tengo que estar pendiente de la zona de mi palo, de que no me ganen por delante, pero sin salir mucho para que no le generen más espacio a Raúl y él pueda estar en la mitad del área referenciando al delantero.
P. ¿Cómo fue el planteamiento de la vuelta contra el Bayern?
R. Sabíamos que saldrían a igualar la eliminatoria desde el minuto uno. Nos sorprendió que salieran únicamente con tres defensas porque nos dejaron espacios para nuestros contraataques. Nosotros con Danjuma y Gerard Moreno buscábamos eso: generar contras. Ellos tampoco fueron inteligentes del todo porque en el minuto 85 pudieron decidir quedarse empatados en el global [1-0 en la vuelta y en la ida] e ir a la prórroga. Pero siguieron yendo al ataque y en una de esas que teníamos preparadas conseguimos el 1-1 y pasamos la eliminatoria.
P. ¿El gol fue preparado?
R. El día antes Emery subió 11 chicos del filial a hacer del Bayern. Les dijo a los mediocentros que tenían que encontrar a Giovani [Lo Celso] para que Gerard y Danjuma corrieran. En este caso estaba Samu [Chukuweze] y encontraron bien la ventaja porque el Bayern tampoco mantenía la línea de atrás ordenada. Al jugar con tres siempre hay distintas alturas.
P. Contra el Bayern el Villarreal se convirtió en el primer equipo en la historia de la Champions que se llevó una eliminatoria directa con dos goles en dos tiros a puerta. ¿Esto qué le sugiere?
R. Que el fútbol es caprichoso. Gana el más efectivo.
P. Cuál es el mayor mérito de este equipo?
R. Que somos jugadores capaces de adaptarnos a lo que nos exige el rival, a lo que nos pide el míster. Gerard Moreno es el pichichi de la Liga anterior y defiende como el que más. Dani Parejo es un gran pasador y en Getafe se tiraba con todo a tapar los tiros del otro equipo. Queremos darle un buen trato al balón pero cuando se nos exige defensivamente somos capaces de saber sufrir para después tener ocasiones cuando podamos.
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