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Paula Badosa y otros 22 tenistas, en cuarentena dos semanas tras un positivo en su vuelo a Melbourne

Paula Badosa, en un partido en Abu Dabi el pasado 10 de enero.AFP7 vía Europa Press / Europa Press

La tenista española Paula Badosa, de 23 años, estará confinada 14 días en un hotel de Melburne (Australia) después de que un pasajero del vuelo chárter en el que viajaba de Abu Dabi a esa ciudad haya dado positivo por coronavirus. La organización del Open de Australia ha informado de que en ese avión viajaban 64 personas, 23 de ellos jugadores, y que todos se encuentran en cuarentena en sus hoteles. El positivo, que no es de un deportista, según informó la organización, y que había dado negativo antes del vuelo, ha sido trasladado a un hotel medicalizado.

Los 23 jugadores, incluida Paula Badosa, no podrán salir de su habitación de hotel durante 14 días y hasta que tengan autorización médica. La jugadora española ha comentado en redes sociales su frustración. “Al principio la regla era que la sección del avión que estaba con esa persona tenía que ponerse en cuarentena, no todo el avión. No es justo cambiar las reglas en el último momento. Y tener que quedarse en una habitación sin ventanas ni aire”, ha escrito Paula Badosa, que como los otros 22 jugadores empezará el Grand Slam con un déficit de entrenamientos con respecto a los jugadores que no tienen que cumplir cuarentena. “Ayuda ¿Alguna serie? #QuarantineLife [vida de cuarentena]”, ha puesto en otro mensaje Badosa.

“Ningún jugador ni miembro de su entorno podrá interrumpir la cuarentena para participar en un entrenamiento”, precisó un portavoz del programa de cuarentena del Estado de Victoria —donde se encuentra Melbourne—. Los tenistas, por tanto, se verán privados de la posibilidad de tener cinco horas diarias de entrenamiento durante esos 14 días de cuarentena estricta, que tendrán que pasar en la habitación del hotel. “Estamos en contacto con todas las personas a bordo de ese vuelo y sobre todo con el grupo de jugadores cuyas condiciones ahora han cambiado, para responder lo mejor posible a sus necesidades”, aseguró el director del Open de Australia, Craig Tiley.

“Es absurdo”, denunció en Twitter la tenista francesa Alizé Cornet, que llegó a Melbourne en otro vuelo. “Pronto, la mitad de los jugadores del Abierto de Australia tendrán que aislarse. Semanas y semanas de entrenamiento y de trabajo intenso se van a perder por una persona positiva a bordo de un avión”, lamentó. Cornet borró luego su mensaje debido a las reacciones al mismo.

La dirección del torneo decidió unas reglas sanitarias muy estrictas para poder disputar el Abierto de Australia con el visto bueno de las autoridades locales. El torneo ha sido retrasado tres semanas respecto a sus fechas habituales —empieza el 8 de febrero— y las rondas de clasificación se deslocalizaron a Dubái (mujeres) y Doha (hombres), del 10 al 13 de enero, para permitir a los 1.270 participantes respetar 14 días de aislamiento a su llegada. La Federación Australiana de Tenis reservó 18 vuelos chárteres para el traslado de los tenistas.

Estas condiciones llevaron a algunos a renunciar al viaje a Australia, como el tenista estadounidense John Isner o el entrenador de Rafa Nadal, Carlos Moyà. La estadounidense Madison Keys (16ª del ránking WTA), que dio positivo por coronavirus, será baja en el Open de Australia y el escocés Andy Murray, exnúmero uno mundial, tampoco competirá en Melbourne tras contagiarse salvo que las autoridades hagan una excepción y le permitan acceder al país fuera del plazo establecido para todos aquellos que participarán en el primer grande del año.


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