Paula Echevarría podría no haber atravesado su mejor mañana, o al menos, eso parecía de cara a los medios de comunicación. Era a primera hora cuando la actriz se disponía a salir de su domicilio para dar comienzo al día, siendo muchos los reporteros que la esperaban en las inmediaciones de su hogar sin llegar a imaginar que la conversación con ella se tensaría por momentos.
En primer lugar, los periodistas quisieron preguntar a la influencer sobre su opinión sobre la pelea de David Bustamante con Jägger en La Velada del año 2, en la cual el cantante fue derrotado contra todo pronóstico. Pese a que Paula siempre ha mandado mensajes alentadores hacia su ex cuando ha tenido oportunidad, demostrando que le apoya en todos los proyectos que tiene entre manos, en esta ocasión ha optado por mantenerse al margen, respondiendo a la prensa con el más absoluto silencio.
Por otro lado, los comunicadores hicieron referencia al reciente bautizo de su pequeño, en el cual ambos progenitores lucieron dos looks que daban lugar a dudas sobre si también habían aprovechado la ceremonia para darse el “sí, quiero”. Una referencia que parece no gustar en absoluto a Echevarría, que respondía muy tajante: “Tenéis cada tontería, en serio”, zanjaba, con un rostro visiblemente molesto por la pregunta y cerrando, de inmediato, la puerta de su coche para evitar así que los reporteros siguieran haciéndole preguntas que pudieran llegar a molestarle. Una actitud un tanto distante que dista mucho de la que Paula ha tenido en otras ocasiones con los medios de comunicación, con los que normalmente suele ser bastante amable y simpática.
Un bautizo con polémica
Era el pasado domingo, día 5 de junio, cuando la intérprete y el exfutbolista celebraban el bautizo de su hijo, Miki. Una jornada de lo más especial para ambos de la que quisieron dejar constancia en sus respectivas redes sociales, haciendo públicas una serie de imágenes que probablemente no llegaron a imaginar que contarían con tanta polémica a su alrededor. Y es que, en la primera de ellas y como si de una boda se tratase, la de Candás y su novio hacían el típico pasillo bajo la atenta mirada de todos los invitados presentes, cogiendo de la mano a su hijo. Una estampa muy emotiva y con la que, a priori, parecía que querían simular que también estaban viviendo su enlace matrimonial.
Por si fuera poco, Paula se atavió con un espectacular traje midi blanco, muy pomposo en las mangas y con detalles en el cuerpo. Por su parte, Miguel se enfundó en un traje con chaleco, siendo ambas opciones muy parecidas a las que suelen llevar los novios en el día de su boda. No obstante, todo el protagonismo de las instantáneas se lo llevaba el pequeño Miguel, esbozando una amplia sonrisa con la que hacía gala de la felicidad que estaba sintiendo en un día tan especial tanto para él como para el resto de su familia.