“Nuestras propias palabras / nos impiden hablar. / Parecía imposible. / Nuestras propias palabras”. Citados, copiados y retocados, estos cuatro versos se han convertido en un emblema de la poesía española de los últimos años. Lo mismo que su autor, Pedro Casariego Córdoba, que nació en 1955 y se suicidó 37 años después tirándose a la vía de tren. Dos días antes -el 6 de enero de 1993- escribió su último texto, un cuento ilustrado por él mismo como regalo para su hija Julieta. Casariego, que muchas veces firmaba PeCasCor, escribió entre 1977 y 1987 -luego se dedicó a la pintura- seis poemarios “encadenados” argumentalmente y medio centenar de poemas en los que brilla particularmente su nada convencional visión del amor y de un mundo al que no se adapta.
En 2003 la editorial Seix Barral reunió toda esa poesía en un volumen prologado por Ángel González con apuntes como este: “La literatura de Pedro Casariego Córdoba, oscilando entre el humor y la gravedad, impúdica y recatada, conservará siempre un fondo secreto inasible que se resiste a cualquier intento de racionalización. Tampoco es necesario; a los lectores nos basta con abandonarnos al extraño encanto que desprende ese discurso en gran medida inefable para aprehender intuitivamente lo que en su fondo secreto está sugerido y no dicho”.
Casi 20 años después, el mismo sello publica este martes una edición revisada y ampliada de aquella poesía reunida. Revisada por los Casariego -toda una familia de escritores- y ampliada con textos la figura de PeCasCor firmados por autores como Enrique Vila-Matas, Ray Loriga, Marta Sanz, Belén Bermejo o Antonio Gamoneda.
El libro, de más de 500 páginas, se completa con una introducción especial para cada libro y cinco poemas inéditos, tres de los cuales publicamos hoy en Babelia.
TUS OJOS ENROJECIDOS
1983. Manuscrito
Me
encantan
tus
ojos
azules
enrojecidos
por
los
excesos
de
las
noches
que
pasas
lejos
de
mí.
Esas
noches
empequeñecen
tus
ojos
hasta
gotas
de
mar.
TE PERDONO
1983. Manuscrito
Te perdono.
Quizá puse en ti
demasiadas esperanzas
y demasiadas manos
(en tu sombra terrible
por lo marchita
en tu boca futura
por lo callada
en la sonrisa irremediable
que son tus labios repetidos
por Mendel y los suyos).
Si un árbol enfermo
si un árbol
es la fotocopia
de otro árbol…
si un árbol caído
es otro árbol que se yergue
como mirar a lo alto
entonces el que habla en soledad
(el mudo)
(Carson McCullers)
es el tirador del cajón
de las flores
la lluvia que fusila
la sequía
para bien de los caracoles
concha de estrellas
rapidísimas
destinadas a la quietud
de los
astrónomos.
Necesito
sólo necesito pagar el
precio de un café que se enfría
hurgar un poco
en mis bolsillos azules.
EL ROSCÓN DE REYES
para Berta. (diciembre 1992- enero 1993). Manuscrito
Todo está lleno de policías
y por eso se cansan los párpados.
También hay tigres
azules que tejen sin parar.
No sé qué más hay.
Quizá haya demasiados desayunos
y demasiados bizcochos.
Me dicen que el
roscón de Reyes
es más peligroso que
un obús.
‘Poemas encadenados’
Autor: Pedro Casariego Córdoba
Editorial: Seix Barral. 2020
Formato: Tapa blando o bolsillo. 544 páginas
Yo me lo creo.
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