Por Heinz Dieterich
- Andrés Manuel no adapta gobernanza a crisis letal
El más grave peligro para la 4ta Transformación en México no es, en este momento, la derecha desestabilizadora, sino la falta de adaptación del gobierno a la crisis existencial, causada por el Covid-19. El gobierno nacional habla de la “nueva normalidad” (new normal), pero sigue actuando con la rutina y los parámetros de la vieja normalidad. Desaparición de la especie por falta de adaptación será la consecuencia diría el gran Charles Darwin. Colapso del sistema por incremento de entropía y cambio de fase (phase change) juzgaría la Segunda Ley de la Termodinámica.
- Ultimátum militar a Donald Trump
La manifestación política más dramática de las consecuencias de la “nueva normalidad” global producida por el Covid-19 –y no atendida adecuadamente– no es la caída del presidente ecuatoriano Lenin Moreno, sino el de facto ultimátum del exsecretario de Defensa de Estados Unidos, General James Mattis, al presidente Donald Trump.
Mattis, sin duda, uno de los tres generales más prestigiados de las Fuerzas Armadas estadounidenses, excomandante de las tropas de élite “Marines”, advirtió públicamente a Trump que lo quitarán del poder por actuar como Hitler (¡!) –“divide y vencerás”–; por “abusar de la autoridad ejecutiva” y por ser un peligro para la Constitución y democracia de Estados Unidos; si no se adapta a la institucionalidad del país. (The Atlantic, 3 de junio). Otros jerarcas militares (Joint Chiefs of Staff) se expresaron en el mismo sentido y el mensaje para Dangerous Donald no podría ser más claro. Si pretendes instalar una dictadura ejecutiva-militar como Maduro en Venezuela, o Mussolini en su tiempo, entonces te sacaremos del poder como lo hicimos con el senador McCarthy en 1954.
¿Entenderá el inculto Trump que en toda crisis política existencial son los militares los últimos decisores que declaran el jaque mate final?
- A paso de Vencedores, 2018-19
Con un excelente programa de gobierno sexenal, Andrés Manuel López Obrador (Amlo) convenció en el 2018 a 30.5 millones de mexicanos, de votar por él para reconstruir el país. Durante el año siguiente (2019), afianzado sobre un proyecto centrista-desarrollista social-cristiano, y el invaluable apoyo del capitalista latinoamericano más visionario y poderoso, Carlos Slim Helú, el presidente creó la época de oro de su proyecto de gobierno. Avanzó contra la corrupción, consiguió el apoyo de las Fuerzas Armadas, fundó la Guardia Nacional, logró la estabilidad del peso, los megaproyectos de crecimiento, los programas de asistencia social, el modus vivendi realista en la frontera sur y la conditio sine qua non de toda su gobernanza: una relación distensionada con el amo del hemisferio, Washington.
- Crisis existencial, 2020 I
La época de oro, la fase de éxitos y consolidación del poder de la 4ta , entró en crisis existencial a partir de comienzos de febrero 2020, cuando el Covid-19 llegó a México. Es evidente y empíricamente demostrable, que el gobierno no entendió científicamente la gravedad del problema y, en consecuencia, no adecuó su planificación sexenal existente a la nueva realidad: al cambio cualitativo del entorno mundial, que inevitablemente –más temprano que tarde– iba a repercutir en el país y aumentar la entropía (“desorden”) del proyecto histórico de la 4ta Transformación.
Errores estratégicos contraproducentes para la 4ta T, como su posicionamiento ante el 9 de marzo; la suicida disolución de Morena; la minimización del Covid-19 y, ahora, la “austeridad franciscana” en tiempos de emergencia económica global sin precedente desde 1929, evidencian la creciente fragilización del proyecto original en el año 2020.
- Crisis existencial, 2020 II
Parámetros de deterioro en la fase entrópica actual se detectan también, con facilidad, en el orden conceptual de las principales narrativas oficiales. No se aclara, por ejemplo, la confusión epistemológica entre las métricas cuantitativas del índex llamado “PIB”, y las métricas cualitativas del bienestar y felicidad de los ciudadanos, pese a que sería políticamente muy relevante y científicamente relativamente fácil, hacerlo. Otro ejemplo son los enunciados frecuentemente falaces sobre la evolución infectológica del covid-19 en México. Supuestamente, esos enunciados se basan en “modelos matemáticos” y computacionales. Sin embargo, sus inconsistencias sólo pueden deberse a que los constructores de los modelos no dominan su software o que usan supuestos (assumptions), que afectan seriamente la validez de la modelación.
Las implicaciones políticas de su errática política serán explotadas brutalmente por la derecha anti-AMLO, cuando la epidemia llegue a su clímax en México en los próximos 5-7 semanas, y cuando se tendrá que explicar, porque Chile tiene una tasa de infección de 118 mil casos confirmados con 1,356 muertos, mientras que México con 106 mil casos confirmados ya lleva 12,545 fallecidos.
- La posibilidad del colapso
Cuando los funcionarios gubernamentales hoy día utilizan el concepto del “new normal”, no lo emplean con la profunda racionalidad materialista-dialéctica de la praxis política científicamente fundada de Xi Jinping, sino con enorme ligereza semiótica. Siguen la moda del newspeak light que se ha apoderado de la sociedad global, sin reconocer que la “nueva normalidad” de México no comenzó el primero de junio, sino a inicios de febrero del 2020.
No fue entendida, ni a tiempo, ni de manera adecuada, el potencial distópico que entrañaba el fenómeno en sus dimensiones sanitarias, logísticas, económicas, sociales y políticas. Menos fue entendido –y hasta el día de hoy no parece entenderse, porque hay poca ciencia del Siglo 21 en la 4ta T– que la pandemia entrañaba la posibilidad real de un “cambio de fase” (phase change) del sistema. Es decir, su colapso como función dependiente de la crisis en evolución.
- Huérfanos de la termodinámica
La segunda Ley de la Termodinámica nos enseña que cuando la entropía de un sistema aumenta, se aleja del equilibrio termodinámico. Aplicando, mutatis mutandis, este principio al sistema de la 4ta Transformación estaba claro, que se podía desequilibrar –cambio brusco en uno de sus principales descriptores– a raíz de la presión de una fuerza externa, en este caso el “Covid-19”. El peligro del cambio de fase del sistema aumentaba, hecho por el cual podía estar en riesgo su propia supervivencia (colapso). Basta ver lo que pasó en Ecuador (caída Lenin Moreno), para entender las posibles consecuencias de la des-equilibrización de parámetros fundamentales de proyectos socio-políticos, con la analogía de la física que usamos. O, también, la situación actual de Trump, donde un proyecto político (reelección) supuestamente estable, pero, de facto estructuralmente lábil, se acerca a un cambio de fase por el impacto de un evento aleatorio menor no comprendido.
- Huérfanos de Charles Darwin
Se puede abordar y entender a fondo el problema del peligro Covid-19 en México también con las leyes de la evolución biológica, cuyos dos atractores estratégicos son las mutaciones y el survival of the fittest. Si el gobierno de la 4ta Transformación gana el conflicto por el poder contra la derecha desestabilizadora, o si triunfan los neoliberales, depende de la capacidad de adaptación del líder y su gobierno, ante la nueva realidad nacional y global. La rígida insistencia “franciscana” en la ejecución del proyecto sexenal original, tal como se manifiesta, entre otras, en el debate del paquete de estímulos económicos y del endeudamiento del Estado, no permite ser eufórico al respecto.
- Economía franciscana y Capital financiero
La crisis mundial afecta a las economías nacionales con tres tendencias declinantes y tres ascendentes. Las declinaciones se dan en cuanto al crecimiento del PIB, del ingreso per capita y del comercio. En países como México hay que agregar la caída de las remesas. Las tendencias ascendentes, en cambio, se materializan en las tasas de desempleo, de déficit fiscal y de la inflación.
Sobre estos efectos generales de la crisis debe planificarse la intervención económica del Estado que no debe determinarse por horrores y fantasmas del pasado, como el Fobaproa, sino con los objetivos de salvar el empleo, los ingresos y la infraestructura productiva y distributiva nacional. Es obvio, que hay que evitar, en la medida de lo posible la corrupción. Pero, igualmente es necesario ser pragmático y reconocer, que el sistema global es un sistema capitalista-neofascista, cuya fracción más poderosa es el capital financiero, contra el cual ningún Estado nacional puede imponer las reglas. (Recuerden la brutal destrucción del proyecto transformador en Grecia, 2010, por la Troika del capital financiero).
- Economía franciscana y Economía Política
Para planificar la intervención pública de manera sistemática, es necesario analizar científicamente el impacto de la intervención monetaria y fiscal estatal (quantitative easing) sobre las tasas sectoriales de ganancia (profit rates), que determinarán el efecto multiplicador real del quantitative easing y, en consecuencia, la tasa de acumulación del capital (crecimiento PIB). Sobre un estudio serio de este tipo se configuraría un programa anti-cíclico, adecuado en estructura y dimension a la crisis existencial y con perspectiva de la innovación tecnológica del futuro –como hacen Alemania, China y la Unión Europea– incluyendo el grado de endeudamiento keynesiano (deficit spending) requerido en cada país.
Actuar con el axioma de la austeridad y del no-endeudamiento público nacional contradice la lógica científica económica y el ejemplo global de los países, que inyectan del 6% del PIB en China, al 7% en Chile, al 12% en Perú y al 22% en Alemania, para evitar la catastrophe económica-social-politica. En México, parece, se propone inyectar alrededor del 1.2%.
- ¿Endeudarse o perecer?
Está claro, como dicen los funcionarios del Palacio Nacional y advierte la CEPAL, que el aumento del endeudamiento público, al igual que la devaluación del peso, incrementaría el pago de intereses y, por tanto, reduciría los recursos disponibles para el futuro; tal como ha sido la tendencia regional latinoamericana durante la última década.
Ante esta terrible disyuntiva global, parece preferible optar por un gobierno de transformación del déficit spending keynesiano, en lugar de una ortodoxia financiera, que mañana quizás ya no sería gobierno, sino acompañante de Evo, Correa y demás transformadores en el exilio.
- La conclusión
La conclusión de este análisis es obvia. Si el Presidente no adecua urgentemente su sistema de gobernanza, su equipo de trabajo y su sistema de comunicación hacia una operatividad moderna, eficaz y basada en el conocimiento científico, no perdurará en el Palacio Nacional. Y esto sería una tragedia para él, el Pueblo y la Nación.
*La opinión aquí vertida es responsabilidad de quien firma y no necesariamente representa la postura editorial de Aristegui Noticias.