Por Armando Guerra
Querétaro, Qro.- 22 octubre de 2021.-Tiene amplio aforo para cientos de personas que traspasan sus umbrales desconocidos, también es un “todo incluido” en el que sus “inquilinos” no tienen por qué preocuparse de su sustento, pero a diferencia de los lujosos hoteles, los que lo conocen, dicen que aquí no la gozan precisamente sus “huéspedes distinguidos”: los reos.
Se trata del Centro de Readaptación Social de San José El Alto, mismo que en los últimos años ha cobrado relevancia nacional por los casos que a su interior se han ventilado a la luz pública y que aún siguen vigentes en la nota roja de los portales de noticias y periódicos, he aquí pues la vida, la historia de sus reclusos y lo que se percibe en este penal: Desde un multihomicida, hasta poderosos narcotraficantes, huachicoleros, peligrosos secuestradores, sanguinarios satánicos, pasando por protagonistas de escándalos políticos como el autodenominado preso político Jerónimo Sánchez, todos ellos ya conocieron sus celdas o al menos las rejillas de sus juzgados.
En este reclusorio donde esos renglones torcidos de la sociedad llegan a conocer, a través de sus barrotes, una perspectiva muy diferente a la que se puede parecer desde cualquier hotel común y corriente de la ciudad de Querétaro.
Uno de sus mejores “reclusos” y el que quizás reviste las características de mayor peligro por su agresividad y enfermedad mental es Rogelio Álvarez Escobar, el famoso “Bobby 7 muertes”, ex policía que por su manera brutal de asesinar a siete personas se ganó a pulso el mote de “El Chacal de Lomas” .
En el 2000, “El Chacal” en un ataque de celos, asesinó a 6 personas e hirió a otras dos en la popular colonia Lomas de Casa Blanca, pero no conforme con ello, meses después en el interior del penal mató. –increíblemente con una pistola-, a Efraín Cruz Barrera, el ex policía compañero de reclusión. Ahora El Bobby ha quedado loco dentro del penal, no conoce a nadie y esta muy enfermo de sus facultades mentales.
Este desequilibrado criminal considerado como un “psicópata” por el entonces procurador Apolinar Ledesma Arreola, no fue enviado a ningún hospital psiquiátrico, como se pensaba, ello a pesar de que asesinó a toda una familia que supuestamente supo de las infidelidades de su mujer, a la que primero asesinó, después mató a su hermano, suegra, suegro, cuñada y al final a un abogado.
Conocidos y temidos narcotraficantes como Renato Félix Tostado y Raymundo Bailón Zavala, permanecen o conocieron las crujías de este penal localizado en el cerro del poblado de San José El Alto, ubicado al norte de la ciudad, a la salida –rumbo a la carretera federal de cuota a San Miguel de Allende-.
De Renato Félix se sabe que este narco ya muerto, fue recluido por asesinar al agente de la policía investigadora ministerial (antes judicial) a Antonio Hernández Trejo “El Acapulco”, ello a las afueras del entonces Bar “Hacienda de Don Pepe”, pero sobre todo por su estrecha relación que tenía con el legendario narcotraficante Juan José Esparragoza “El Azul”, de quien por ser su guardaespaldas, lo intentó liberar con un fuerte comando armado cuando sería trasladado a un penal de Guanajuato, al final terminó siendo asesinado en un penal de Durango, pero fue uno de los reclusos “distinguidos” de este penal.
En este reclusorio estuvieron presos el ex comandante de la judicial Enrique Serrano quien comandaba una bien organizada banda de secuestradores, se dijo también que este ex judicial fue víctima y chivo expiatorio de las entonces corruptas autoridades judiciales.
Permanecen en este penal también los protagonistas de uno de los más espeluznantes casos sobre crímenes de satanismo, el de los llamados “Darketos”, cuya banda satánica en enero del 2000 “destazó” y descuartizó sin crueldad a una joven mujer, a quien miembros de aquella secta sacrificaron en un rito satánico y diabólico.
En los patios y área común de este reclusorio, se puede ver jugando muy bien al ajedrez rehabilitándose como encargado de la biblioteca a Enrique García Martínez “El Henry”, principal incitador y responsable de la muerte de la joven Erika Zamora Puga, así como de sus cómplices identificados como Francisco Olvera Escobedo y Bruce Hernández Guerrero, quienes son excelentes deportistas del voleibol. Ahí dentro del penal hablar de “Los Darketos” es un tema prohibido para todos los reos.
En este penal otros “distinguidos” huéspedes fueron los Hermanos Valenzuela del estado de Hidalgo, que se enfrentaron a balazos con la policía y en la balacera mataron a un agente policiaco de la judicial, se dice que pertenecían ellos a una importante célula del narcotráfico, uno de ellos murió dentro del penal debido a la diabetes y el otro aun permanece recluido en el MO (Modulo de Observación o Alta Seguridad).
En el MO los reos son monitoreados las 24 horas del día por una cámara de video vigilancia, por eso aquí no hay privacidad”, se queja un recluso de apellido Razo que fue policía y purga una larga condena por el delito de secuestro.
Aquí en el penal de San José El Alto existe un cuartucho llamado Z el cual no tiene techo, solo un pequeño baño donde los reos puede hacer sus necesidades fisiológicas, aquí el Z es la zona de “castigo” para segregar a los reos que se portan mal dentro del penal, en el módulo “Rojo” están los de criminalidad media, en el módulo “Indio” duermen los que padecen de alguna enfermedad como delirius tremens o enfermos mentales.
El maestro Jerónimo Sánchez fue recluido en esta cárcel por apedrear el camión presidencial de Ernesto Zedillo, junto con un grupo de seguidores de la organización guerrillera EZLN , en este reclusorio a Jerónimo se le consideraba un buen defensor de las causas de los reclusos y reos políticos, hoy lo extrañan en el penal para que los defienda de los malos tratos e injusticias cometidas por un jefe de custodios de apellido Munitis.
Así las cosas en el penal de San José El Alto de Querétaro, el cual reúne a reos cuyos hechos y antecedentes les dan un status si no de “grandes inquilinos”, si de alta peligrosidad.
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