Si este verano te apetece hacer una escapada con tu grupo de amigos a un destino idílico donde puedas disfrutar del contacto con la naturaleza, tenemos una gran propuesta para ti. Se trata de un lago ubicado en la provincia de Gerona que te hará sentir como si estuvieras en la playa.
¿Adivinas cuál es? El Lago de Bañolas, el más grande de toda Cataliña. La cuencia y el lago son el conjunto cárstico más extenso del territorio nacional, y desde 1992 está protegido por el Plan de Espacios de Interés Natural (PEIN) de la Generalidad de Cataluña.
¿Qué hacer en el Lago Bañolas?
La ruta de senderismo más popular es la que da la vuelta completa sobre el lago. Tiene siete kilómetros y se tarda aproximadamente una hora y media en recorrerla. Aunque se puede comenzar en cualquier punto, lo mejor es hacerlo en la Oficina de Turismo y hacer el recorrido en el sentido de las agujas del reloj.
Uno de los principales atractivos de la ruta, además del entorno natural, son las pesqueras. Son construcciones de los siglos XIX y XX que la burguesía utilizaba para bañarse y pescar. Aquí también se encuentra el poblado Neolítico de la Draga, un yacimiento arqueológico de gran valor.
Si te apetece darte un baño en el Lago Bañolas, debes saber que no puedes hacerlo en cualquier parte. Sólo hay tres sitios autorizados para el baño, de los cuales el único público y gratuito es la Caseta de Fusta. El agua está fresquita y limpia todo el año, y es un lugar estupendo para mayores y pequeños.
Los otros dos sitios autorizados para el baño son el Club de Natación y los Baños Viejos, ambos de pago. Estos ofrecen un amplio abanico de servicios para disfrutar de un día «de playa» a todo lujo.
Bañoles
Además de disfrutar del lago, también merece la pena conocer la localidad de Bañoles. El recorrido se puede empezar por el casco histórico, concretamente por la Plaza Mayor, la cual está rodeada por 40 arcadas.
Muy cerca se encuentra la Lloja del Tint, una fábrica de origen medieval que conserva la estructura original. En la calle de la Muralla se encuentra la Muralla, de la que destacan dos glorietas góticas y una cúpula con siete pináculos.
La Pia Almoina alberga el Museo Arqueológico Comarcal. Un palacio gótico compuesto de dos casas románicas del siglo XIII. La visita al Monasterio de Sant Esteve es imprescindible.
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