La experiodista de la televisión rusa, Marina Ovsyannikova, fue multada el jueves con 50 mil 000 rublos (16,600 pesos) tras ser declarada culpable de desacreditar a las fuerzas armadas del país en publicaciones en las redes sociales que condenaban las acciones de Rusia en Ucrania.
El fallo se aprobó después de una breve audiencia en un tribunal administrativo de Moscú. Ovsyannikova rechazó los procedimientos en su contra como “absurdos”.
“La evidencia confirma la culpabilidad de Ovsyannikova. No hay razón para dudar de su autenticidad”, dijo el juez.
Ovsyannikova ganó atención internacional en marzo después de irrumpir en un estudio de la televisión estatal rusa, su entonces empleador, para denunciar la guerra de Ucrania durante un boletín de noticias en vivo. En ese momento, fue multada con 30 mil 000 rublos (9,900 pesos) por violar las leyes de protesta.
La audiencia del jueves se centró en publicaciones posteriores en las redes sociales en las que escribió que los responsables de las acciones de Rusia en Ucrania se encontrarían en el banquillo ante un tribunal internacional.
Rusia aprobó una ley contra el “desacredito” de las fuerzas armadas, con una sentencia de hasta 15 años, a principios de marzo, poco después de que el presidente Vladimir Putin lanzara lo que llama su “operación militar especial” contra Ucrania.
Ante el tribunal, Ovsyannikova repitió su protesta y dijo que no se retractaría de sus palabras. Ella dijo que no entendía por qué estaba allí y por qué estaba siendo juzgada.
“Lo que está pasando aquí es absurdo”, dijo. “La guerra es horror, sangre y vergüenza”.
Para la periodista, las acusaciones equivalen a acusarla “de propagar la viruela del mono”.
“El propósito del juicio es intimidar a todas las personas que se oponen a la guerra en la Federación Rusa“.
Describió a Rusia como un país agresor y dijo: “El comienzo de esta guerra es el mayor crimen de nuestro gobierno”.
Un abogado de Ovsyannikova afirmó que ella tenía derecho a hablar en virtud del artículo 29 de la constitución rusa que protege el derecho a la libertad de expresión, pero el juez desestimó los argumentos del abogado. (Rts)
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