En la batalla contra el coronavirus sanitarios y científicos de todo el mundo han encontrado en la tecnología su mejor aliada. En las últimas semanas Boston Dynamics ha desarrollado unos perros robóticos que tratan a pacientes con Covid-19 en el Hospital Brigham And Women’s en Boston, Estados Unidos.
En un principio estos robots fueron diseñados para ser utilizados en tareas de transporte y de rescate. Sus creadores pensaron en ellos como una ayuda para llevar medicamentos y alimentos a zonas aisladas en situaciones complejas. En ningún caso se les pasó por la cabeza que los perros robóticos pudieran ser de utilidad en centros hospitalarios. Pero el coronavirus cambió todos sus planes.
Desde principios del mes de marzo la compañía estadounidense recibió peticiones sobre si podían utilizar los robots frente a la crisis sanitaria. Los ingenieros no tardaron en reaccionar, realizando una serie de cambios en los robots para adaptarlos a las necesidades de los hospitales.
Uno de los cambios más notorios de todos fue el de colocar un soporte central para una tablet, de modo que los médicos pudieran comprobar cómo se encontraban los pacientes simplemente con una videollamada. De esta manera, reduciendo el contacto entre médicos y pacientes, los sanitarios no se arriesgan a infectarse por el coronavirus.
Los perros robóticos son capaces de caminar sobre sus cuatro patas de una forma muy ágil, y son capaces tanto de detectar como de esquivar todos los obstáculos que se presenten en su camino. Hay incluso algunas versiones con brazos que pueden abrir puertas. La principal ventaja de utilizar piernas y no ruedas como la gran mayoría de robots es que pueden acceder a todo tipo de espacios.
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