La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) alertó este jueves sobre el deterioro extremo de las condiciones de vida en la Franja de Gaza, donde, según su comisionado general, Philippe Lazzarini, uno de cada cinco niños sufre desnutrición en la zona de Gaza y el número de casos continúa en aumento cada día.
“Las personas en Gaza no están vivas ni muertas, son cadáveres andantes”, afirmó Lazzarini, quien citó el mensaje transmitido por un trabajador humanitario en el terreno. El funcionario aseguró que la mayoría de los niños que ven sus equipos están “demacrados, débiles y corren un alto riesgo de morir si no reciben el tratamiento que necesitan urgentemente”.
La UNRWA informó que más de 100 personas, en su mayoría menores de edad, han muerto por causas relacionadas con el hambre. La crisis alimentaria, señaló la agencia, afecta también a su personal: trabajadores sanitarios que atienden a la población sobreviven con una sola comida al día, “a menudo sólo lentejas, si acaso”, señaló Lazzarini. Indicó que varios de ellos “se desmayan de hambre mientras trabajan”, poniendo en riesgo la continuidad del sistema humanitario en Gaza.
La agencia de la ONU denunció que la situación de las familias en la zona es insostenible: “Los padres tienen demasiada hambre para cuidar de sus hijos”, explicó el comisionado general. Incluso aquellos que llegan a las clínicas de la UNRWA no tienen “la energía, la comida o los medios para seguir los consejos médicos”, advirtió. “Las familias ya no pueden más, se están desmoronando, incapaces de sobrevivir. Su existencia está amenazada”, dijo Lazzarini.
En este contexto, la UNRWA reiteró su llamado a permitir el ingreso sin restricciones de ayuda humanitaria a Gaza. “Tenemos el equivalente a 6000 camiones cargados de alimentos y suministros médicos en Jordania y Egipto, listos para entrar”, aseguró el comisionado general.
Por su parte, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, exigió el “pleno acceso” para entregar ayuda, así como la liberación de los rehenes, un alto el fuego y una solución política al conflicto. “La paz es la mejor medicina”, expresó.
En su más reciente informe, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) reportó que más de un millón de niños en Gaza “sufren las consecuencias de una hambruna y desnutrición cada vez más graves”. La OCHA señaló que la prevalencia de desnutrición aguda grave entre los menores examinados aumentó del 2.4% en febrero al 9% en las dos primeras semanas de julio en las gobernaciones de Gaza, Deir al Balah y Khan Younis. En la ciudad de Gaza, la tasa alcanzó el 16%.
“La situación está generando consecuencias que alteran la vida de los niños sobrevivientes, como el retraso del crecimiento cognitivo y físico”, indicó la dependencia.
Los 2,1 millones de personas atrapadas en la zona de guerra que es #Gaza se enfrentan a otro asesino además de las bombas y las balas: la hambruna https://t.co/nuAl4zCzCH
— Noticias ONU (@NoticiasONU) July 24, 2025
Además del hambre, la OCHA reportó que continúan los bombardeos “intensos” por parte de las fuerzas israelíes en toda la Franja de Gaza, acompañados de nuevas órdenes de desplazamiento y ampliación de las operaciones terrestres. El 20 de julio, el ejército israelí ordenó la evacuación de zonas del oeste de Deir al Balah y reiteró la prohibición de regresar al norte de Gaza, considerado zona de combate activo.
También se han registrado lanzamientos de cohetes desde Gaza hacia Israel y enfrentamientos armados. De acuerdo con el Ministerio de Salud de Gaza, entre el 16 y el 23 de julio murieron 646 personas y 3438 resultaron heridas. Desde el inicio del conflicto, el 7 de octubre de 2023, se contabilizan al menos 59,219 personas fallecidas y 143,045 heridas.
Por último, la OCHA alertó sobre la desaparición de adolescentes que acudieron a puntos de distribución de alimentos controlados militarmente. Nueve familias denunciaron que sus hijos no regresaron. El ejército israelí confirmó la detención de cinco adolescentes, a cuatro de los cuales, con edades entre 15 y 17 años, se les ha negado el acceso a un abogado. La suerte de otros cuatro jóvenes permanece desconocida.