La mayoría de los establecimientos no siguen las restricciones sanitarias del semáforo naranja; en otros tampoco se aplican los filtros obligatorios.
Justo cuando el Gobierno de la Ciudad de México alertó por el incremento de casos activos de Covid-19, bares y antros de la Zona Rosa operan abarrotados y sin medidas preventivas.
Reporteros del diario Reforma comprobaron en un recorrido que la mayoría de los establecimientos no siguen las restricciones sanitarias del semáforo naranja, sobre todo operar al 30 por ciento de ocupación.
Incluso, en el Corredor Génova se registró ocupación hasta de 100 por ciento.
Además, la gente no usaba cubrebocas en espacios sin ventilación natural, y al ingresar en algunos establecimientos tampoco se aplican los filtros obligatorios, como toma de temperatura.
“No es que no me dé miedo contagiarme, pero no podemos vivir con miedo todo el tiempo y tenemos que aprender a convivir con el virus, o eso es lo que dicen”, aseguró Raúl Torres, uno de los clientes que estuvo en uno de los negocios el jueves por la tarde.
En agosto, la capital autorizó la operación de giros con venta de bebidas alcohólicas, siempre y cuando operaran con horarios y medidas sanitarias de restaurantes.
Vecinos aseguran que las restricciones en toda la Colonia Juárez, perteneciente a la Alcaldía Cuauhtémoc, no se han cumplido.
“Lo importante es que los empresarios sean responsables, porque nos acercamos a un semáforo rojo que sería muy malo para todos”, aseguró un integrante del Comité Ciudadano de dicha colonia.
De acuerdo con la revista British Journal Medical, el riesgo de contagio de personas con SARS-CoV-2, pero asintomáticas, aumenta en sitios cerrados y con poca ventilación.