El peso mexicano alcanzó este miércoles un nuevo mínimo frente al dólar, no visto desde el 2 de diciembre de 2015, en mayor medida impulsado por un debilitamiento del dólar, que el mercado de futuros aumentó sus apuestas a favor del peso, entre otros factores externos, explicaron analistas.
Al cierre del 27 de marzo, el peso mexicano acumuló una apreciación del 0,91 % o 51,1 centavos, con un tipo de cambio de 16,54 por dólar, y con un máximo de 17,06 pesos el 1 de marzo y un mínimo de 16,51 pesos el 27 de marzo, siendo el menor nivel del tipo de cambio desde el 2 de diciembre de 2015.
Con lo anterior, el peso mexicano “se ubicó como la divisa más apreciada en la canasta amplia de principales cruces“, seguido del peso colombiano con 1,83 %, el sol peruano con 1,65 %, el rand sudafricano con 1,54 %, el dólar australiano con 0,57 % y la corona checa con 0,27 %.
Los analistas señalaron que, al cierre del 27 de marzo, “el dólar no mostró variaciones durante el mes, aunque el desempeño del dólar durante el mes se puede dividir en dos partes, con una caída en la primera mitad del mes de 1,18 % y un rebote en la segunda mitad de la misma magnitud”.
Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero del Banco Base, precisó que este comportamiento del dólar se debe a distintos factores, entre ellos, la expectativa de que el Banco de México mantendrá una postura de política monetaria restrictiva durante los próximos meses.
Recordó que la inflación anual se ubicó en 4,48 % mostrando un repunte con respecto al 4,45 % y 4,35 % observado en la primera y segunda quincena de febrero. “Ese repunte ayuda a consolidar la expectativa de que el Banco de México será cauteloso para volver a bajar la tasa de interés durante el año” y que el mercado de futuros aumentó sus apuestas a favor del peso.
Pero a pesar de la apreciación, Siller explicó que durante el mes se consolidaron factores que elevan el riesgo de una depreciación del peso en los próximos meses, como que, en Estados Unidos, Donald Trump pueda ser nominado como candidato a la presidencia.
“No se puede descartar volatilidad para el tipo de cambio, sobre todo porque Donald Trump podría revivir su retórica en contra de México y generar dudas sobre el futuro de la relación comercial entre ambos países. Además, la apreciación del peso está principalmente sustentada en especulación, que podría rápidamente revertirse”, mencionó.
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Además del deterioro de la actividad económica de México y que en Estados Unidos siguen existiendo riesgos al alza para la inflación.
También recordó que en marzo iniciaron oficialmente las campañas electorales en México, rumbo a las elecciones del 2 de junio y esta etapa implica incertidumbre sobre la siguiente administración y el futuro de las finanzas públicas, “lo que podría ocasionar presiones en contra del peso mexicano por ello no se pueden descartar presiones al alza para el tipo de cambio durante abril y mayo”.
Consultado aparte, Idelfonso Guajardo, exsecretario de Economía, esperó que la expectativa de desaceleración se concrete al finalizar el año, pues el mercado espera concluya en un 4,1 % y el Gobierno mexicano que concluya en un 3,8 %.
Esto, dijo, porque está demostrado que la inflación está teniendo resistencias a nivel global, y espera que se pueda cumplir el objetivo de reducir la tasa de interés hasta un 7 % al concluir 2024, pues “está matando el costo de la deuda y el tremendo diferencial que ha exagerado la apreciación del peso (mexicano) dentro del mercado cambiario”. (EFE)
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