¿Se ha convertido el Inegi en un organismo que responde más a intereses políticos que a su función de contar ética y responsablemente lo que tiene que contar, como el PIB?, escribe Enrique Galván en La Jornada.
Los diarios de circulación nacional presentan opiniones y editoriales con información y trascendidos relevantes en materia económica.
Dinero, de Enrique Galván, en La Jornada:
Un Inegi no partidista
¿Se ha convertido el Inegi en un organismo que responde más a intereses políticos que a su función de contar ética y responsablemente lo que tiene que contar, como el PIB? A partir del primero de enero de 2016 se hizo cargo del instituto Julio Santaella, a propuesta de Enrique Peña Nieto.
Es un itamita, con trayectoria en el Banco de México, del grupo de Luis Videgaray. Al año siguiente pagó su designación con la moneda del silencio. Fue designada por Peña Nieto (léase Meade-Videgaray) la economista itamita Paloma Merodio como vicepresidenta del instituto. Con estos antecedentes, ¿son dignos de confianza los reportes del Inegi, o debemos hacernos la pregunta de si obedecen a cierto tipo de intereses?
Capitanes, en Reforma:
Consultas sin reglas
Quien tiene que cuidarse ahora por este tema es Grupo Modelo, la filial mexicana de Anheuser-Busch InBev, que lleva Cassiano De Stefano. En marzo de 2019, Modelo inauguró su nueva planta en Apan, Hidalgo, capaz de producir 12 millones de hectolitros de cerveza al año. Pero resulta que tres integrantes de una comunidad indígena cercana presentaron un amparo, alegando que no hubo consulta previa, y pidiendo que se invalide el permiso de Conagua para que la planta aproveche 6.3 millones de metros cúbicos anuales del acuífero.
Los inconformes pidieron a la Suprema Corte atraer la revisión del caso y la Ministra Margarita Ríos-Farjat acaba de hacer suya la solicitud, es decir, le va a plantear a sus colegas que atraigan y resuelvan el amparo por su relevancia jurídica excepcional. Así que los abogados de Modelo tendrán que ir preparando la defensa.
Coordenadas, de Enrique Quintana, en El Financiero:
PIB: ¿medio vacío o medio lleno?
Viendo hacia adelante nos preguntamos: ¿será el 2020 un año mejor o peor que el pasado? Algunos piensan que todavía tendremos un lapso prolongado de estancamiento o incluso de caída en la economía. Es cierto que hay riesgos y que las cosas pueden complicarse, por ejemplo por la situación de Pemex o por la economía de Estados Unidos. Sin embargo, también existen oportunidades.
Se trata del segundo año del gobierno, en el cual, de modo natural, habrá menos incertidumbre que en el arranque de la administración. Y, además, empezarán a aterrizarse obras de infraestructura tanto del sector público como del sector privado. Por otro lado, la incertidumbre derivada del proceso de negociación del tratado comercial con Norteamérica se habrá terminado. Bajo esta perspectiva, me parece que es plausible pensar que, a diferencia de lo que ocurrió el año pasado, tendremos un 2020 con un crecimiento modesto, pero finalmente con un registro positivo.
Cuarta Transformación, de Darío Celis, en El Financiero:
Salud: dos modelos incompatibles
En el libro “Proteger a México”, el que fuera secretario de Salud, Julio Frenk, hace una radiografía de cómo este “pleito ideológico” puede dejar en situación aún más vulnerable a la población, pues al querer desmantelar el sistema se está dejando de suministrar a los ciudadanos los bienes y servicios que requieren en materia de salud. El foco del análisis de Frenk es, por supuesto, el Seguro Popular, el cual fue creado durante su gestión al frente de la Secretaría de Salud en el sexenio de Vicente Fox, y que estaba enfocado a ciudadanizar la cobertura de salud, independientemente de la calidad laboral del beneficiario.
En ese sentido, el ahora rector de la Universidad de Miami considera que el Insabi es un paso atrás, ya que está diseñado para tener control corporativo sobre la población con fines políticos y electorales, más que a impactar a la población más vulnerable que es la que carece de esquemas de seguridad social dentro de la formalidad laboral.
Caja Fuerte, de Luis Miguel González, en El Economista:
Guía para digerir la caída de 0.1% del PIB en el 2019
La caída de 0.1% de crecimiento económico se ve más fea cuando se mira a la luz de la tasa de crecimiento poblacional de México, de 1.3 por ciento. Esto implica que el PIB per cápita decreció 1.4 por ciento. Si la economía mexicana fuera un pastel, ese decrecimiento del PIB per cápita significa que a cada uno de los mexicanos nos correspondió una rebanada de pastel más pequeña.
Para los que necesitan encontrar la forma de ver el vaso medio lleno, esta Caja Fuerte les tiene un premio por llegar al final: existe la posibilidad de hablar del PIB en dólares. Una caída de 0.1% se convierte en un alza de 3.8%, porque el tipo de cambio del peso frente al dólar se apreció 3.9% en el 2019. Aunque usted no lo crea, el PIB de México creció en el 2019, si se mide en dólares. Por favor, no se lo digan a AMLO.
Ricos y Poderosos, de Marco Mares, en El Economista:
En busca del crecimiento perdido
En el 2019, el primer año de gobierno de la Cuarta Transformación, el Producto Interno Bruto (PIB) de México decreció. Por primera vez en una década, la tasa del PIB retrocedió -0.1 por ciento. Es la primera contracción desde la recesión del 2009 y se registra cuando la economía de EU observa una tasa de crecimiento de 2.3 por ciento.
En el primer año de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador el crecimiento económico descendió. No se ubicó en 4% que prometió como candidato y en sus primeros días de ejercicio presidencial, ni en 2%, nivel que calificó de “fracaso” de los “gobiernos neoliberales”. Ahora dice que más importante que el crecimiento económico, es el desarrollo económico. Asegura —sin mayores datos— que hay una mejor distribución de la riqueza.