Una joven saudita, retenida desde el 5 de diciembre en el aeropuerto de Bangkok, Tailandia, y a la espera de ser deportada a Kuwait, quedó este lunes bajo la protección del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) tras abandonar el aeródromo, confirmó el jefe de la Oficina de Inmigración, Surachate Hakparn.
Rahaf Mohammed Al Qunun, de 18 años, tenía previsto viajar a Australia, donde quería pedir asilo político, tras recibir amenazas de muerte de su familia, de la que huyó tras apostatar del islam y rechazar un matrimonio concertado, pero fue retenida por las autoridades tailandesas durante una escala en Bangkok.
Tras denunciar su caso y solicitar ayuda en las redes sociales, los miembros de ACNUR pudieron hablar con ella en la habitación del hotel en la zona de tránsito donde se había atrincherado para evitar que la obligaran a embarcar en un vuelo de vuelta a Kuwait, donde la esperaba su familia.
“Por razones de confidencialidad y protección, no estamos en posición de comentar los detalles de la reunión ni el resultado de esta”, indica la agencia de la ONU en un comunicado y recuerda el principio de no devolución a sus países de origen de refugiados y solicitantes de asilo.
Al Qunun, que abrió una cuenta en Twitter este mes, empezó a escribir y subir vídeos el sábado en la red social, donde su historia se ha hecho viral y cuenta con 42,000 seguidores.
“Me han amenazado con matarme antes y no tienen miedo de amenazarme en público (…) Me consideran su propiedad o su esclava”, escribió en un tuit Rahaf Mohammed Al Qunun, que desde el sábado ha relatado su odisea en Bangkok casi en directo.
Según la ONG Human Rights Watch (HRW), Al Qunun se enfrentó con su familia tras renunciar al islam, y un matrimonio concertado provocó que se decidiera a huir cuando se encontraba junto con sus parientes en Kuwait.
“Se negaba a llevar hijab (velo islámico) y había esta tensión con la familia debido a desacuerdos en asuntos religiosos… Que su familia tratara de obligarla a un matrimonio concertado parece que fue la gota que colmó el vaso”, dijo Sunai Pasuk, investigador de HRW en Tailandia.
Sunai explicó que la joven saudita llegó el pasado día 5 al aeropuerto Suvarnabhumi de Bangkok en un vuelo desde Kuwait, donde aprovechó que las mujeres no necesitan autorización de sus “guardianes masculinos” para viajar, como sí ocurre en Arabia Saudita.
El investigador de HRW afirmó que Al Qunun se encontraba en tránsito en Bangkok con el objetivo de viajar a Australia, para lo que tenía un billete de avión y un visado en regla, y acusa a las autoridades tailandesas de “mentir” al afirmar que le denegaron la visa al tratar de entrar en Tailandia.
La joven aseguró que un empleado de la aerolínea Kuwait Airways le confiscó el pasaporte y le comunicó que, a petición de la embajada de Arabia Saudí, iba a ser obligada a embarcar en un vuelo de vuelta a Kuwait, donde la esperaba su familia.
“No salgo de mi habitación hasta que vea a la ACNUR. Quiero asilo”, destacó Al Qunun en un vídeo publicado en Twitter, mientras en otro tuit expresó su deseo de ser acogida como solicitante de asilo en Canadá, Estados Unidos, Australia o el Reino Unido, entre otros países.
La joven se atrincheró en su habitación del hotel en la zona de tránsito y bloqueó con colchones la puerta, por lo que el avión en el que estaba previsto que fuera deportada salió sin ella a bordo.
Por su parte, la embajada de Arabia Saudita sostiene en un comunicado que no ha confiscado el pasaporte de Al Qunun y no ha tratado de retenerla en el aeropuerto para su deportación, al tiempo que achaca su situación a las autoridades tailandesas.
Previamente, el jefe de la Oficina de Inmigración había manifestado que la joven saudita quería entrar en Tailandia, pero le denegaron el visado al carecer de billete de regreso y otros documentos.
“La embajada de Arabia Saudí en Tailandia se coordinó con nosotros para enviarla de vuelta porque viene sin un guardián y, si le permitimos entrar, no estará protegida”, señaló en Twitter Surachate, quien reiteró que ella tiene su pasaporte.
Las autoridades tailandesas aseguran que su intención es expulsarla a Kuwait, ya que es el lugar desde donde llegó a Bangkok.
En abril de 2007, otra mujer saudita que huía de su familia fue obligada a volver a su país cuando se encontraba de tránsito en Filipinas, con destino a Australia.
HRW ha documentado muchos casos de mujeres sauditas que tratan de huir del sistema patriarcal de su país.