“En estos casos, lo mejor es reservarse juicios y guardar la prudencia que dicta la razón”, escribió en Facebook la esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Beatriz Gutiérrez Müller se pronunció este viernes sobre los enfrentamientos entre Fuerzas Armadas e integrantes del Cártel de Sinaloa, los cuales derivaron en balaceras, autos incendiados y gente resguardándose de las balas. “Los actos públicos de las personas los juzgan los jueces, sobre la base legal que dictaminan los legisladores”, escribió en su cuenta de Facebook.
“Puede haber un juicio personal sobre un acto público, y puede ocurrir que dicho juicio no se exclame con pruebas sino solo motivado las pasiones. En estos casos, lo mejor es reservarse juicios y guardar la prudencia que dicta la razón”, agregó.
La esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que “con la cabeza fría es como se analizan los sucesos públicos. De otro modo, los argumentos resultan falacias o chismes que no aportan a la sociedad. Por el contrario, exaltan el desenfreno y la brutalidad. #NoViolencia #Paz”.
La tarde del jueves, elementos de la Policía Ministerial Militar se enfrentaron contra miembros del Cártel de Sinaloa cuando llevaban a cabo una operación para detener a Ovidio Guzmán López, uno de los hijos de Joaquín, el Chapo, Guzmán Loera.
Este viernes, el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval, admitió que el grupo responsable de esta acción directa para aprehender a Guzmán López , “actuó de manera precipitada, con deficiente planeación, así como falta de previsión sobre las consecuencias de la intervención, omitiendo, además, obtener el consenso de sus mandos superiores”.
Los hechos dejaron como saldo al menos ocho personas fallecidas: un civil, un agente de la Guardia Nacional, un interno y cinco agresores.
Asimismo, en el recuento de los sucesos, el secretario detalló que hubo 19 bloqueos, 14 agresiones con arma de fuego al Ejército y Guardia Nacional; así como 16 heridos: un oficial de la Guardia Nacional, cinco agentes de la Guardia Nacional, siete soldados de tropa, un policía estatal y dos municipales. Además de un oficial y ocho elementos de tropa retenidos y liberados sin lesiones, y ocho vehículos militares y un helicóptero con impactos de armas de fuego.