Los cambios al programa Hoy no circula son el primer desincentivo real para la comercialización de vehículos altamente contaminantes, afirmó la ONG.
Incorporar a los automóviles con hologramas cero y doble cero es el primer desincentivo real para la comercialización de grandes vehículos contaminantes, por lo que se trata de una medida acertada, consideró el Observatorio Ciudadano de Calidad del Aire (OCCA); la organización también pidió limitar la entrega de placas ecológicas.
Este jueves el OCCA emitió un comunicado para posicionarse a favor de la medida anunciada previamente por la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, sobre incorporar a vehículos con hologramas cero y doble cero al programa “Hoy No Circula”, con lo que dejaría de circular el 20 por ciento de esos automóviles durante la Fase 1 de una contingencia ambiental.
“Esta nueva política pondría un límite efectivo a los excesos de la industria automotriz y con ello los grandes vehículos contaminantes, las SUV (del inglés sport utility vehicle) y los autos de mayor cilindraje y de mayores prestaciones de potencia (aquellos por los que la industria obtiene mayores ganancias) por primera vez tendrían un desincentivo real para su comercialización”, afirmó el Observatorio.
El organismo también exigió que la placa ecológica no sea otorgada a todos los vehículos híbridos sino únicamente a los autos eléctricos e híbridos de cuatro cilindros o menos. “Continuamos con la demanda de que las medidas anteriormente mencionadas abarquen todos los estados de la Megalópolis y a aquellas ciudades con problemas de calidad del aire como Monterrey y Guadalajara”, añadió.
El OCCA concluyó recordando que “ante la emergencia climática que estamos viviendo y los serios problemas de calidad del aire que quitan la vida a 17 mil 700 personas cada año en nuestro país, de acuerdo a estudios del Instituto Nacional de Salud Pública, es tiempo para endurecer las políticas y regulaciones que han permitido que la industria automotriz goce de beneficios económicos, dejando de lado su responsabilidad como uno de los actores que más contaminan las ciudades y contribuyen con el calentamiento global”.