Pierce Brosnan pone a la venta su casa de Malibú inspirada en las películas de James Bond por 100 millones


Si alguien ha soñado con vivir como James Bond, esta es su ocasión de poder hacerlo realidad —siempre y cuando cuente con 100 millones de dólares (unos 85 millones de euros, al cambio) — gracias a que uno de los actores que ha reencarnado al espía más famoso de la pantalla ha puesto a la venta su casa de Malibú, inspirada en algunas de las películas del agente 007. Se trata de Pierce Brosnan y su esposa, Keely Shaye, quienes después de casi dos décadas viviendo en la lujosa residencia han decidido sacarla al mercado. Una decisión que, según informa The Wall Street Journal, se debe a que desde que sus hijos se independizaron, el matrimonio pasa la mayor parte de su tiempo en Hawái, donde creció Keely.

Construida a medida por los aclamados arquitectos Ralph y Ross Anderson, la casa de influencia tailandesa llamada Orchid House es un refugio único inspirado en la época en la que Brosnan se ponía el traje de James Bond. Lo hizo en cuatro ocasiones y fue durante la grabación en Bangkok de varias escenas de El mañana nunca muere (1997) cuando el británico, de 67 años, se enamoró de Tailandia, de los colores brillantes y de la rica ornamentación que definen el diseño local del país.

Sin embargo, no fue hasta cinco años más tarde cuando decidió crear un hogar con ese buen recuerdo del país asiático. Ocurrió tras el éxito de la cuarta y última película de la saga con Brosnan como protagonista, Muere otro día (2002), que recaudó más de 350 millones de euros en taquilla y aumentó la cuenta bancaria del actor. Según recoge el diario económico estadounidense, Pierce Brosnan le dijo entonces a su esposa Keely Shaye: “Construye la casa de tus sueños”. Y ella lo hizo. Derribaron la casa existente y levantaron una mansión de estilo tahitiano de más de 1.000 metros cuadrados. Entre la casa principal y la casa de invitados cuentan con un total de cinco dormitorios y siete chimeneas, y solo la suite principal se extiende a lo largo de 370 metros cuadrados y en su interior tiene dos chimeneas, un estudio de arte y una terraza con vistas al mar.

El nivel inferior de la casa principal incluye una sala de proyecciones con capacidad para 20 personas, dos bares y una bodega de vino climatizada con capacidad para unas 200 botellas. También hay una sala de música, un gimnasio y un spa con dos bañeras. Todo el suelo es de madera y el tejado está compuesto de tejas de arcilla verde inspirado en los templos tailandeses. “Fue una gran labor obtener el color verde exacto”, dijo al Journal Keely, quien supervisó los procesos de construcción y diseño de la casa. Incluso las puertas de entrada de madera tallada de la vivienda provienen de Tailandia.

En el exterior, además de las vistas al Océano Pacífico, hay una piscina de agua salada con una cascada y áreas acristaladas para comer al aire libre, “para que puedas tener una cena al aire libre y tus servilletas no se muevan”, dijo Keely al Journal. El matrimonio también construyó su “propia playa privada sobre la playa”, de modo que cuando sus hijos eran pequeños —Dylan, ahora tiene 23 años, y Paris, 19—, pudieran jugar con seguridad y ellos vigilarlos desde la casa. Con aproximadamente 1.100 metros cuadrados y a tan solo 30 metros de la playa, la venta por 100 millones de dólares convierte a esta residencia frente al mar en la octava casa más cara a la venta en el condado de Los Ángeles.

En Malibú, los Brosnan tienen como vecinos a parte de Hollywood, entre los que destacan Dustin Hoffman y Ray Romano, y a lo largo de estos 18 años de residencia se han llevado más de un susto. Un incendio en 2015 destruyó parte de la residencia, incluido el garaje, que albergaba varios automóviles extremadamente valiosos, incluido el Aston Martin V12 Vanquish de 2002 que se hizo famoso por la película de Bond de 2002, Muere otro día. La casa resultó dañada nuevamente en noviembre de 2019 durante el incendio de Woolsey que destruyó grandes zonas de Malibú. Pero no todo han sido catástrofes. Dentro de esas lujosas instalaciones el matrimonio ha celebrado múltiples fiestas con familiares y amigos conocidos y, según el diario estadounidense, el músico Kenny G ha tocado allí en muchas ocasiones, y su piano continúa en la propiedad. “Me encanta Malibú”, dijo Brosnan al Journal. “Tiene mi corazón, pero en estos días mi hogar está aquí, en las islas [de Hawái]”. El año pasado, el matrimonio adquirió una vivienda modesta en Santa Mónica, California, y además posee un complejo de casas múltiples en la isla hawaiana de Kauai, cerca de la playa Anini. Allí también tienen vecinos famosos, como Bette Midler, Mark Zuckerberg y Ben Stiller.

Pierce Brosnan y Kelly Shaye Smith se casaron en 2001 y tienen dos hijos en común, Dylan y Paris. Diez años antes de su boda, el actor enviudó de Cassandra Harris, quien falleció de cáncer, la misma enfermedad que se llevó a su hija Charlotte Emily en 2013. De su primer matrimonio, Brosnan tiene otro hijo, Sean, y adoptó a otro que Cassandra tuvo de su anterior pareja, Christopher.


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