El representante de la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares, Jans Fromow, afirma que la comunidad internacional aún puede rescatar el histórico acuerdo mediante el trabajo diplomático.
Jans Fromow, representante de la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares, afirmó que la ruptura que anunció Estados Unidos del histórico Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF) con Rusia deja como perdedora a la seguridad, pero todavía hay oportunidad de que la comunidad internacional pueda convencer a las potencias sobre la necesidad de su existencia y cumplimiento.
El Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF) se firmó en 1987 entre Rusia y Estados Unidos y obligó a ambas potencias a destruir y no desarrollar misiles nucleares con alcance de entre 500 y 5 mil kilómetros. Ambas naciones concentran 90 por ciento del arsenal nuclear en todo el mundo.
El especialista comentó que este tipo de armas deben ser consideradas genocidas o de destrucción masiva, toda vez que forman parte de los arsenales creados para mermar a la población civil en caso de conflicto armado.
En entrevista para #AristeguiEnVivo dijo que la ruptura del Tratado no deja ganadores, pero ahora Rusia tendrá la posibilidad de desarrollar armas a las que anteriormente no tenía acceso, tomando en cuenta que el gobierno de Donald Trump anunció la actualización de su arsenal, con una inversión prevista en los mil millones de dólares.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció que su gobierno tomará medidas espejo, incluyendo el posible desarrollo de armas como el misil hipersónico que mediante la velocidad y el control de trayectoria tiene la capacidad de evadir los sistemas de defensa tradicionales. Este equipo ya estaba en su arsenal, pero ahora podrán probarlo a mayor distancia, afirma el doctor Fromow.
Jans Fromow afirmó que el único camino seguro para la humanidad es la abolición de las armas nucleares, toda vez que el mundo no puede ser rehén del grado de empatía, la decisión o interpretación de un gobierno, como ha sucedido hasta ahora.
Sin embargo, reconoció que el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares que se negoció en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) va lento en su aplicación, porque lo han firmado 71 países pero solo ha sido ratificado en 21.