La noche del 26 de julio, después de hacer disparos al aire, hombres armados atracaron la plataforma Cahua-A, sustrayendo costosos equipos; se trata del segundo robo en la zona del Golfo en menos de una semana. Los piratas que atracan plataformas y barcos que laboran para Pemex, se desplazan del litoral de Tabasco a costas veracruzanas, donde la petrolera explota sus nuevos campos
Por Ana Lilia Pérez
El campo Cahua, ubicado en el Golfo de México, a 37 kilómetros del puerto de Coatzacoalcos, Veracruz, y 80 kilómetros del de Dos Bocas, Tabasco, se está convirtiendo en el nuevo blanco de los atracos a plataformas y barcos que realizan trabajos de exploración y producción petrolera.
La noche del domingo 26 de julio, alrededor de las 23:30 horas, hombres que arribaron en una lancha pesquera hicieron tres disparos al aire para de inmediato abordar la plataforma Cahua-A y sustraer 38 equipos de respiración autónoma (ERA). Estos, eran propiedad de la contratista Diavaz, que realiza trabajos para Pemex. Mientras se consumaba el robo, los trabajadores se resguardaron en el cuarto de pánico, sin que se reportaran lesionados.
Se trata del segundo atraco ocurrido en la zona en menos de una semana. Cabe recordar que apenas el jueves 23 de julio, como informó Aristegui Noticias [mesa de análisis viernes 24], se registró un robo similar en el que también hombres armados que arribaron en una lancha pesquera, atracaron a los tripulantes del barco Natalie, uno de los tres navíos que prestan servicios a la plataforma Cahua-A. En menos de 15 minutos los despojaron de sus objetos personales de valor y robaron también equipos de respiración autónoma. En tanto, los capitanes de los otros barcos instruyeron aplicar el protocolo de seguridad, es decir, que todo el personal se resguardara en los camarotes y los asegurara, y encendieron los reflectores y sirenas de alerta.
Piden suspender horarios nocturnos
Ante los recientes ataques, trabajadores en el área han solicitado que se elimine el turno nocturno de trabajo, en tanto Pemex no garantice la seguridad en la zona.
En un documento interno en el cual el representante de la empresa Diavaz notifica al de Pemex del robo de sus equipos –documento al cual tuvo acceso este medio– se lee que “de acuerdo a lo anterior y a que no tenemos garantía de la seguridad de nuestro personal ni de los equipos en las plataformas, le solicitamos que analice con el fin de no seguir arriesgando a nuestro personal durante los turnos nocturnos, se considere que trabajemos solamente el turno diurno en las plataformas simultáneas y únicamente turno nocturno en aquella plataforma donde este posicionada la embarcación, esto hasta que Pemex garantice las condiciones de seguridad en sus instalaciones”.
Los atracos a plataformas y barcos que realizan actividades costa afuera en la industria petrolera mexicana datan de hace más de una década, intensificándose en zonas como el litoral de Tabasco, y ahora comienzan a registrarse en aguas más cercanas a costas veracruzanas, que son los campos petroleros más nuevos desarrollados por Pemex.
Con base en información recabada por este medio entre los plataformeros, el modus operandi de los robos es el siguiente: los piratas se trasladan en embarcaciones pesqueras con potentes motores. En los primeros atracos no hacían uso de armas de fuego, pero desde el año pasado comenzaron a usar armas. Si atracan una plataforma no tripulada el robo ocurre incluso a luz del día; si es una plataforma o barco tripulado, el robo ocurre generalmente por la noche. Los atracos ocurren en un tiempo de entre 10 y 15 minutos. Cuando roban plataformas no tripuladas sustraen equipos o herramientas. Si se trata de artefactos tripulados, además de robarle sus pertenencias a los trabajadores, sustraen herramientas y equipos costosos, por ejemplo, cada equipo de respiración autónoma tiene un costo promedio de 50 mil pesos. Pero además, los robos generalmente ocurren en las plataformas más nuevas o mejor equipadas. Por ejemplo, la plataforma Cahua-A, entró en operaciones apenas el 17 de julio.
Uno de los principales problemas es que en el Golfo navegan embarcaciones menores que no tienen ni registro. La falta de control sobre estas embarcaciones ha fomentado la operación de los piratas a bordo de este tipo de embarcaciones con potentes motores fuera de borda.
Las circunstancias que se viven en el Golfo de México han generado ya que tres países emitan alertas de viaje ante los ataques piratas. Cabe recordar que el 17 de junio, el Departamento de Estado de Estados Unidos incluyó en sus alertas de seguridad los ataques indicando que en la Bahía de Campeche y áreas del sur del Golfo de México, grupos criminales y armados atacan y roban embarcaciones comerciales, plataformas petroleras y embarcaciones de suministro.
Luego, el 22 de junio, la República de las Islas Marshall, emitió un alerta similar, en la cual, además da cuenta de ataques ocurridos los días 4,8, 9, 12 y 14 de abril, en los que hombres armados a bordo de lanchas atracaron buques en áreas aledañas a los puertos de Dos Bocas y Ciudad del Carmen. Dicha alerta es relevante en el ámbito marítimo internacional, porque las Islas Marshall es uno de los principales países de registro de barcos en el mundo. De manera que muchos navíos que cruzan aguas mexicanas o que trabajan en el sector costa afuera portan esta bandera.
Y más recientemente, en julio, Panamá, otro de los países con mayor registro de barcos a nivel mundial, emitió también un alerta similar en la que comunica a todos los buques con bandera de Panamá que naveguen por la Bahía de Campeche, y el estado de Tabasco, en México, para mantener “la máxima vigilancia” y aumentar las condiciones de seguridad a bordo, y en caso de ser necesario, proteger el buque y la tripulación, “durante el tiempo de paso en estas aguas”.
Capitanía de puerto pide a armadores reforzar protocolos seguridad
En un oficio fechado el 27 de julio, dirigido “a la comunidad marítima” y “a las agencias navieras consignatarias del Puerto Dos Bocas”, la capitanía de ese puerto, a cargo del capitán Sergio Rubio Márquez, de la Semar, les pide “intensificar la aplicación de los procedimientos en materia de protección del buque y su tripulación conforme lo establece el Código PBIP [Código Internacional para la Protección de los Buques y de las Instalaciones Portuarias]”.
Lo anterior, cita el oficio, “Derivado de los últimos acontecimientos que se han suscitado en las zonas marinas mexicanas del Golfo de México, en donde se han incrementado el robo a mano armada por personas infractoras de la ley, tanto a embarcaciones como plataformas petroleras nacionales como de otros pabellones”.
Entre otras medidas, pide a los armadores y operadores de buques “mantener en cada momento vistas al horizonte, para visualizar el acercamiento de embarcaciones menores ajenas”, además de “intensificar sus recorridos por áreas del buque que se consideren vulnerables, y que permitan el abordaje de personal armado”.
Sin embargo, la medida parecería insuficiente, partiendo de que, a diferencia de los piratas que se desplazan en lanchas rápidas, los tripulantes de barcos y plataformas no tienen armas.
El capitán Enrique Lozano Díaz, inspector en el Golfo de México, de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF), que aglutina a 700 sindicados en 150 países, y coordinador para las Américas del Costa Afuera (offshore) explica en entrevista: “Es una gran inseguridad que prevalece en toda la Sonda de Campeche y Tabasco, y se ha extendido hasta aguas de Veracruz. Es muy preocupante, porque pone en peligro la vida humana en el mar de compañeros laborando en las plataformas petroleras y embarcaciones, es por eso que exigimos a la autoridad marítima implementar un plan efectivo para erradicar los asaltos, porque la zona es considerada ya por el gobierno de Estados Unidos, Islas Marshall y recientemente por el gobierno de Panamá, como alerta de zona de riesgo para la navegación”.