El último desencuentro entre los dos partidos socios del Gobierno de coalición ha puesto el marco a uno de los momentos más delicados de la legislatura. Apenas unas horas después de que el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, anunciara que este martes el Consejo de Ministros aprobará el anteproyecto de los Presupuestos para 2021, Unidas Podemos ha amenazado con echar el freno. “No se ha cerrado todavía un acuerdo”, aseguran fuentes de la formación que lidera el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias.
El borrador que los dos partidos llevan negociando desde hace semanas ya estaría cerrado, pero Unidas Podemos vincula su aprobación en el Consejo de Ministros a dos cuestiones que considera claves: que se incluyan medidas para garantizar el funcionamiento del Ingreso Mínimo Vital, que se aprobó a finales de mayo y sigue dando numerosos problemas en la tramitación, y el impulso a la regulación del precio de los alquileres.
En principio todo está preparado para que este martes por la mañana Sánchez e Iglesias presenten el anteproyecto públicamente. Así lo anunció el presidente este lunes en la XXIII Conferencia de Presidentes, que avanzó que las cuentas incluirán 27.000 millones de euros de adelanto con cargo a los fondos europeos. El mensaje de Sánchez, sin embargo, tomó por sorpresa a Unidas Podemos, que en estas últimas horas mantiene abiertas dos negociaciones paralelas sobre estos dos asuntos a los que no están dispuestos a renunciar.
Iglesias lleva unos días poniendo el acento en necesidad de avanzar en la regulación del precio de los alquileres e incluso la semana pasada recibió a las asociaciones de inquilinos para mostrar públicamente su compromiso con esta medida. El acuerdo del Gobierno de coalición firmado en diciembre entre su formación y el PSOE incluye avances en esta materia, pero los socialistas son partidarios de esperar a que pase la pandemia para meter mano a un asunto que siempre ha generado polémica, incluso entre dos partidos del Ejecutivo.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero (PSOE), y el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez (Podemos), llevan semanas trabajando en unas cuentas que ambas formaciones han asegurado que serán expansivas, avaladas por los 140.000 millones de euros del fondo de ayudas europeo. Los impuestos han centrado el grueso del debate, y de la tensión, entre los socios de Gobierno, aunque el partido del vicepresidente renunció desde el inicio a hacer en este ejercicio una reforma fiscal profunda -con importantes subidas de impuestos-, por el contexto de crisis económica.
A la espera de conocer los detalles del borrador, Unidas Podemos considera que han hecho numerosas cesiones por lealtad al Ejecutivo, por lo que se niegan a seguir avanzando si no hay acuerdo en dos medidas que son bandera de la formación desde que nació hace seis años. Hacer público el desencuentro y llevar la contraria a Sánchez a horas de una presentación clave para el futuro de la legislatura, como la de este martes, puede verse recompensado con un avance hacia dos asuntos claves para su electorado, como la limitación de los precios de las viviendas de alquiler o un lavado de cara al funcionamiento del ingreso mínimo, atascado ante el volumen de solicitudes.
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