Los profesionales en salud y nutrición suelen recomendarnos que sigamos dietas muy variadas. Muchas veces, sin embargo, la rutina nos obliga a recurrir a los mismos alimentos de siempre, opciones no necesariamente poco saludables, pero lejos de la diversidad que tanto aconsejan esos especialistas. ¿Es posible sobrevivir comiendo solo un alimento?
Partiendo de ello, queremos preguntarnos por las posibilidades de sobrevida reales en caso de alimentarnos únicamente de un alimento. ¿Es posible? ¿Depende de la alternativa elegida?
¿Podemos sobrevivir comiendo solo un alimento?
Por supuesto, la atención está centrada en los considerados como “súperalimentos” en el mercado y por expertos. Hablamos de aguacates, patatas o plátanos, que son recomendaciones frecuentes en cualquier régimen.
Inmediatamente debemos descartar otros que podrían venirse a la mente, como las carnes. Al no contener vitaminas ni tampoco nutrientes, ni mucho menos fibra, provocarían un daño irreversible sobre el organismo al cabo de unas pocas semanas, así que vamos a dejarlas de lado.
Por otro lado, la mayoría de las frutas y vegetales sí poseen vitaminas y minerales, pero carecen de otros elementos esenciales para el cuerpo humano, como la grasa o las proteínas, incluso cuando se las consuma en grandes cantidades.
La patata, ¿ese alimento milagroso?
Distintos experimentos a lo largo de la historia, varios de ellos provocados y también alguno casual, han demostrado que la patata puede no aportar todos los nutrientes fundamentales para el organismo, pero que se las ingenia muy bien para mantener a una persona con vida por más tiempo del que lo harían la mayoría de los otros vegetales.
Ejemplos como el del australiano Andrew Taylor, que se pasó un año completo comiendo sólo patata, muestran que esta solución puede no ser perfecta, pero sí es mejor que casi cualquiera de las demás. Por supuesto, este hombre debió comer hasta 3 kilos de patata por día para que su cuerpo funcionara en condiciones semejantes a las de una dieta equilibrada. Y, aún así, acabó perdiendo bastante peso al cabo de ese período.
También se dice que durante la Gran Hambruna irlandesa (1845-49), los sobrevivientes del episodio lograron superarlo con una alimentación que se sustentaba con patatas y leche animal.
Estudios más recientes demostraron que combinar estos dos alimentos, efectivamente, nos provee de casi todo lo que hace falta para las funciones metabólicas, a excepción del mineral molibdeno. Tendríamos que sumar ya un tercer sustento, la avena, para completar un esquema de dieta básico.
En conclusión, podemos sobrevivir comiendo un alimento pero sólo si es patata o alguno similar. Igualmente, tampoco eso nos asegurará mantenernos con vida por más de un año. Entonces, lo mejor es llevar una ingesta que involucre todos los grupos de nutrientes, y no decantarse por pocos de ellos.
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