La pandemia del coronavirus ha cambiado el mundo tal y como lo conocíamos. Desde que el pasado 14 de marzo se decretara el Estado de Alarma en España los ciudadanos permanecemos confinados en casa, y nos enfrentamos a un futuro incierto. Una de las preguntas más frecuentes estos días es la de si será posible irse de vacaciones en verano. Una cuestión que resulta muy complicada de responder. Los expertos indican que es pronto para hacer predicciones de cara a dos o tres meses, pero lo que está claro es que este año será muy distinto a los anteriores.
Vacaciones en verano: ¿sí o no?
El confinamiento en España se extenderá como mínimo hasta mediados del mes de mayo. Los expertos están de acuerdo en que ahora mismo lo más importante es prestar atención a la evolución de los contagios. De esto dependerá la toma de decisiones.
Uno de los aspectos más relevantes para iniciar la vuelta a la normalidad es conocer el número real de ciudadanos contagiados de coronavirus. El Instituto de Salud Carlos III estima que la cifra ronda los tres millones.
Por supuesto, el levantamiento de las restricciones dependerá en gran medida de la evolución de la pandemia en las próximas semanas. La vuelta a la normalidad será de manera escalonada, y la prohibición de no viajar será de las últimas en eliminarse, sobre todo a nivel internacional.
Ursula Von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, explica que es muy pronto para hacer planes ya que nadie tiene la fórmula mágica para hacer diagnósticos fiables. Por su parte, Andrea Buron, médica especialista en medicina preventiva, indica que dependerá de los ciudadanos el hecho de tener un verano con menos restricciones. Ella cree que las vacaciones en agosto como en años anteriores no serán posibles.
En definitiva, respondiendo a la pregunta de si habrá vacaciones en verano, los expertos señalan que será una época estival muy atípica. Nada de playas abarrotadas en Benidorm o viajes a la otra punta del mundo. Cuando se levante el confinamiento, lo más seguro es que los ciudadanos puedan hacer viajes cortos, excursiones de día cerca de casa. Para pasar unos días fuera, habrá que optar por casas de pueblo o segundas residencias, nada de hoteles.
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