Campanas de boda para Esther Doña y Santiago Pedraz. La viuda del anterior marqués de Griñón ha anunciado por sorpresa su compromiso con el juez Santiago Pedraz. Un bonito broche de oro para una historia de amor que no ha estado exenta de polémica.
Ha sido la propia pareja la que ha confirmado que pasarán por el altar, en una extensa entrevista en la que han revelado algunos detalles de su romance, así como del momento de la petición de mano. Según han contado, su historia de amor fue toda una sorpresa. Tanto que un año después de comenzar a verse, han decidido dar este importante paso, coincidiendo con su primer aniversario.
A pesar de que se conocían desde hacía tiempo, no ha sido hasta un año después de la muerte de Carlos Falcó, cuando los sentimientos entre ellos comenzaron a emerger. De hecho, fue el anterior marqués de Griñón el que presentó a la pareja y llegó a decir, de manera casi premonitoria, que, si algún día él faltaba, el juez sería su pareja perfecta. Unas palabras a las que, en un primer momento, no calaron entre ambos, aunque el resultado final ha sido muy diferente.
Tras la muerte del Marqués, Esther Doña dejó el Palacio de El Rincón y se refugió en su grupo de amigos. Con el paso del tiempo, logró ir recomponiéndose y fue entonces cuando se forjó la relación con Pedraz. Una etapa en la que la andaluza había dado algunos pasos para sentar las bases de su futuro a todos los niveles y estaba centrada en su faceta profesional. En principio, ni siquiera ella misma pensaba que el amor llamaría de nuevo a su puerta.
Aunque ambas partes fueron siempre conscientes de las posibles críticas y repercusiones que podría generar su relación, no dudaron en apostar por ella y no dejar que nada les afectaran. Un año después de un comienzo convulso, la pareja se ha comprometido y apuesta más que nunca por su relación.
Tal como la viuda de Carlos Falcó ha contado, el juez Pedraz la sorprendió con una romántica carta y un anillo que, según él, hace juego con sus ojos. Una preciosa pieza que combina diamantes y zafiros y que se ha convertido en el símbolo visible de su amor. Ella misma ha dicho que no se esperaba para nada la petición de mano y que le pilló por sorpresa mientras estaban de vacaciones en Menorca. Además, el juez Pedraz antes de pedirle matrimonio habló con la madre de Esther, para asegurarse su consentimiento.
La pareja ha confirmado que la boda será el próximo año y que su deseo es que sea en Madrid. Todavía no han comenzado con los preparativos, aunque les gustaría que fuera a principios de verano.
Ambos tienen claro de que su historia de amor ha ido a un ritmo vertiginoso, pero consideran que el tiempo es algo relativo cuando se habla de estas cosas: “Si encuentras a la persona que te hace feliz hay que ir a por todas”, comentan, además de que aseguran que entre ellos ya había una amistad previa, que lo ha facilitado todo mucho.
Esther reconoce que no le ha resultado difícil adaptarse a la exigente profesión de su futuro marido, de hecho, recalca que le hace la vida fácil. Algo que el juez Pedraz también asegura. “Ha sido muy sencillo, ya que Esther lleva una vida muy ordenada. Es una mujer tremendamente disciplinada, tanto en su vida personal como profesional. Además, se desvive por hacer felices a todas las personas que tiene a su alrededor”, comenta el juez, que sentencia que ha cambiado su vida de manera muy positiva.
Aunque están muy felices el uno con el otro, en sus planes no entra ampliar la familia, no obstante, reconocen que sus respectivos parientes están muy ilusionados con su próxima boda y les han deseado todo lo mejor. Una prueba más de que el amor puede con todo, pese a las críticas y especulaciones.