Justo la noche en que fue asesinado, los policías que tenían la orden de realizar un rondín en su casa no lo hicieron.
Policías estatales de Veracruz fueron omisos en relación con el asesinato del periodista Pedro Tamayo, ocurrido el 20 de julio de 2016 en Tierra Blanca, concluyó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en su recomendación 89/2018.
Pedro Tamayo, periodista de La Voz de Tierra Blanca y El Piñero de la Cuenca, había sido amenazado en enero de 2016, por lo que decidió refugiarse en Acatlán de Pérez Figueroa, Oaxaca, pero regresó a Tierra Blanca el 8 de marzo de ese año y aceptó rondines en su casa, como medida de seguridad ordenada por la Comisión Estatal de Protección a Periodistas.
Un grupo de policías estatales pasaba dos veces diarias, una por la mañana y otra por la noche, al domicilio del periodista. En la primera visita se recababa la firma del comunicador o de quien estuviera en la casa y por la noche sólo se efectuaba el rondín de vigilancia, pero la noche en que fue asesinado, ese recorrido no se realizó.
El policía responsable del recorrido dijo que el 20 de julio de 2016 sólo efectuó un recorrido a las 12:44 porque tuvo un curso de equidad de género de las 16:00 a las 18:00 horas y a las 20:00 horas fue a cenar; el asesinato de Pedro Tamayo ocurrió aproximadamente a las 22:30 horas.
Los otros policías que participaban en los rondines dijeron en su declaración ministerial que por la noche les cambiaron el recorrido, por lo que tuvieron que trasladarse al módulo “La Granja”. De acuerdo con la recomendación, uno de los policías señaló que desconocía quién había dado la orden de cambiar el recorrido.
La CNDH también concluyó que otros tres policías, diferentes a los que realizaban los recorridos, se encontraban en las inmediaciones del domicilio del periodista cuando ocurrió el ataque y no persiguieron a los probables responsables, pese a que familiares del comunicador les proporcionaron sus características y las del vehículo en el que huyeron.
La Comisión resaltó que uno de los agresores fue identificado por la Fiscalía General del Estado de Veracruz y fue reconocido por los testigos, “razón por la cual podría afirmarse que al ser reconocido por (los policías) AR1, AR5 y AR6, deliberadamente fueron omisos en darle persecución y en reportar a los demás agentes su identidad para realizar la búsqueda, la cual, como ya se afirmó, solo se realizó como 20 minutos”.
Uno de los hijos del periodista denunció a la CNDH que, ante la negativa de los policías de perseguir a los atacantes, abordó una camioneta para darles alcance y vio a una patrulla de la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz que le hizo cambio de luces a los agresores y le cerró el paso, impidiéndole alcanzarlos.
Además, la esposa del periodista relató que cuando quiso acercarse al reportero recién baleado, un policía lo impidió empujándola, cortando cartucho y diciéndole “cuidadito y te le acercas”.
Estas dos denuncias no pudieron se comprobadas de manera independiente por la CNDH, pero ésta aseguró que deben ser investigadas por la autoridad competente.
La Comisión también llamó la atención sobre que uno de los policías que estaba comisionado a los rondines y uno de los que se encontraba en las inmediaciones de la casa del periodista cuando fue asesinado, no habían aprobado los exámenes de control de confianza.
También resaltó que en la Recomendación 5VG/2017 “se acreditó de forma fehaciente la participación de policías de la Secretaría de Seguridad en la detención arbitraria de cinco jóvenes que después entregaron a personas integrantes de un grupo de la delincuencia organizada, quienes posteriormente los privaron de la vida”, hechos ocurridos también en Tierra Blanca, Veracruz.