Parpadear es un acto que podemos definir como «reflejo» de nuestros ojos. Es algo que hacemos constantemente y sin darnos cuenta, pero algunas personas tienen la manía de parpadear de forma insistente o repetida. Veamos a continuación, ¿por qué algunas personas parpadean mucho y qué significa?
¿Por qué algunas personas parpadean mucho y qué significa?
El parpadeo es algo que ocurre de manera natural en cada ser humano. Parpadear los ojos mantiene permanentemente la claridad de la película lagrimal y evita que la córnea se seque.
Muy inteligente, este movimiento de ida y vuelta de un cuarto de segundo actúa como un obturador que de alguna manera aprieta las glándulas lagrimales.
Un movimiento regular
Parpadear es un reflejo, adoptado desde el nacimiento. Un bebé recién nacido parpadea solo una o dos veces por minuto. El parpadeo se acelera gradualmente durante el primer año de vida hasta llegar a parpadear del orden de una vez cada cinco segundos o unas 20.000 veces diarias.
Posteriormente, su ritmo también se vuelve más importante en determinadas condiciones: en presencia de viento o polvo por ejemplo. Porque las lágrimas también tienen poder antiséptico . En caso de agresión ocular, el parpadeo debe intensificarse para asegurar la claridad de la película lagrimal y proteger así la córnea. Pero eso no es todo, el estrés e incluso el simple hecho de hablar también aceleran este movimiento.
Pero hay personas que de forma casi instintiva o natural, parpadean constantemente. En este caso se puede llegar a tener una patología que se conoce como blefaroespasmo que corresponde una contracción involuntaria y significativa de los músculos del párpado (aunque puede afectar a otros músculos en el cuerpo). En otras palabras, el párpado del ojo tiene un movimiento que el paciente no controla, algo que hace que la persona pueda tener varias dificultades para llevar a cabo una vida normal ya que por ejemplo no será apto para conducir de manera que por lo general, las personas que sufren de esta dolencia requieren de una cirugía de precisión.
Otras personas en cambio parpadean como si tuvieran un tic nervioso. Algo que la psicología relaciona con lo antes mencionado: el estrés, por lo que someterse a una terapia para tratar este problema puede aliviar el parpadeo incontrolado.
También podemos encontrarnos con el hecho de pasar por un momento en el que de forma puntual notaremos que parpadeamos más de la cuenta y sin poder controlarlo. Esto ocurre cuando por ejemplo tenemos el ojo seco, ya que si bien el parpadeo provoca que el ojo se lubrique con las lágrimas, al no tener lágrimas necesitaremos parpadear más veces, por lo que se requiere la aplicación de lágrimas artificiales o una solución líquida para que todo vuelva a la normalidad.
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