CIUDAD DEL VATICANO — El papa emérito Benedito XVI, quien fallecio el 31 de diciembre del 2022 a los 95 años, tuvo una larga e ilustre carrera como uno de los teólogos destacados de la Iglesia católica.
Sin embargo, a pesar de todos sus logros y distinciones, siempre se le conocerá por ser el primer pontífice en renunciar en 600 años.
El excardenal alemán Joseph Ratzinger fue el encargado del Vaticano de velar por el apego a la doctrina antes de convertirse en papa.
Luego, después de ser elegido pontífice en 2005, continuó el rumbo conservador establecido por San Juan Pablo II, pronunciando sermones intelectualmente rigurosos en los que lamentaba cómo el mundo parecía pensar que podía vivir sin Dios.
Pero el 11 de febrero de 2013, reveló en latín que dejaba el papado al día siguiente durante una reunión de cardenales del Vaticano, lo que sorprendió incluso a sus colaboradores más cercanos.
El 28 de febrero salió de Ciudad del Vaticano en un helicóptero rumbo a Castel Gandolfo, en donde comenzó su viaje final como un “simple peregrino”.
Pero, ¿por qué renunció al papado, a solo ocho años de haber asumido el cargo?
Benedicto XVI lo explicó en sus propias palabras: no tenía “la fuerza ni en su cuerpo ni en su mente” para llevar adelante sus funciones, especialmente ante “un mundo cambiante”.
Era la primera vez en 600 años que un papa renunciaba al cargo por elección propia.
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