Las altas temperaturas como las de las olas de calor que hemos vivido precisamente este verano, pueden hacer que los hombres aumenten su apetito y en conclusión de peso, según un nuevo estudio, en el que se reveló que la luz solar ultravioleta desencadena el » comportamiento de búsqueda de alimentos y la ingesta de alimentos» en los hombres, pero no en las mujeres.
El calor aumenta el apetito de los hombres
El estudio, este mes de agosto, rastreó los hábitos de 3.000 personas durante un año, entre 1999 y 2001. Investigadores de la Universidad de Tel Aviv, Israel, encontraron que de los estudiados y expuestos a la luz ultravioleta, solo los hombres vieron un aumento en el número de calorías que consumieron y además con bastante frecuencia, mientras que las mujeres no se vieron afectadas de la misma manera.
Se decía que la causa de este cambio en los hábitos alimenticios de los hombres se debía a la producción de una hormona del hambre, la grelina, que se liberaba cuando la luz UVB sobre la piel activaba el gen p53. El mismo efecto se encontró en ratones machos.
Esto fue especialmente cierto para los hombres en el período de verano que comían más y buscaban comida con más regularidad cuando los rayos UV solares estaban en su punto más alto, tal y como descubrieron la profesora Carmit Levy y su equipo. El aumento de la exposición a la luz ultravioleta provocó un aumento de peso en los ratones macho durante un período de 10 semanas, pero no en las hembras.
Las mujeres no se ven afectadas gracias a los estrógenos
Sin embargo, no se observó el mismo efecto en las mujeres participantes debido a la hormona femenina estrógeno. El estudio encontró: «En las mujeres, el estrógeno interfiere con la interacción p53-cromatina en el promotor de la grelina, bloqueando así la grelina y el comportamiento de búsqueda de alimentos en respuesta a la exposición a los rayos UVB».
Los resultados del estudio podrían explicar por qué puedes estar más inclinado a tomar un helado al sol si eres hombre. Pero los hallazgos también podrían ayudar a los médicos a adaptarse «para tratamientos basados en el sexo de enfermedades relacionadas con el sistema endocrino».
El estudio concluyó que: “Los hombres se ven significativamente afectados por la radiación solar y su fluctuación estacional en comparación con las mujeres, lo que resulta en una ingesta de energía más pronunciada durante el verano.
“Además, descubrimos que los niveles bajos diarios de exposición a los rayos UVB mejoran la ingesta de alimentos y el comportamiento de búsqueda de alimentos de los ratones macho, pero no de los ratones hembra, una diferencia de sexo que también observamos en pacientes humanos que se someten a fototerapia. La mejora del apetito se correlacionó con niveles elevados de grelina circulante, tanto en ratones como en humanos».
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